FAMILIA PIDE JUSTICIA
Él era Raúl Guerra, el reconocido y bondadoso neurocirujano asesinado en la CDMX
(Foto: Diego Simón, El Gráfico)
CIUDAD DE MÉXICO.- Raúl Guerra era un neurocirujano que obtuvo menciones honoríficas y era de los que no dudaba en dar consulta a quienes requerían atención contra el cáncer y no tenían dinero para pagarla.
El 2 de septiembre fue asesinado y después de dos semanas, sus familiares ignoran si la Fiscalía capitalina ha avanzado en las indagatorias, por eso bloquearon el Eje Central exigiendo que el homicidio sea investigado.
Antes de ser asesinado, Raúl acudiría a la consulta con un supuesto paciente que nunca llegó al hospital. Quien lo engañó sabía que no se negaría a atenderlo.
La mañana de ese día, en el altavoz del automóvil del médico se escuchaba la llamada que tenía con su madre, pero fue interrumpida por un disparo.
Tras la detonación, Josefina escuchó la voz de su hijo: “Mamá me están asaltando, me disparan”. La comunicación se interrumpió y comenzó el deambular por la Fiscalía, trámites burocráticos y súplicas de ayuda.
Raúl Guerra, padre del médico, dice que pensó que la atención en la Fiscalía sería con la misma empatía con la que el médico trataba a sus pacientes.
Y es que él, un herbolario nacido en un pueblo de Hidalgo, cuenta que enseñó a su hijos a ser solidarios con quien lo necesita.
Tal vez por eso, dice, de niño Raúl ayudaba a los animales que encontraba heridos en el rancho de su padre. Aún sin tener conocimiento en medicina, el niño lograba revivir a los gallos de pelea a quienes les practicaba cirugías.
Con los años, ese juego de infante se convirtió en la vida del médico. Tras 18 años de estudios y reconocimientos en hospitales y universidades, Raúl Guerra se convirtió en uno de los ocho neurocirujanos que atiende a pacientes que padecen cáncer en la médula espinal y cerebro.
Una de sus pacientes fue una mujer que ante la falta de cupo en hospitales del gobierno acudió a un hospital privado, en donde conoció al doctor. Ella cuenta que sólo tenía dinero para las consultas y que Raúl Guerra se hizo cargo de pagar los 127 mil pesos que el hospital cobró por el uso de las instalaciones.
Así como ella, familiares, pacientes, alumnos y compañeros del neurocirujano acudieron ayer al Palacio Nacional para exigir al presidente López Obrador que se investigue el homicidio del neurocirujano.
Primero se les impidió pasar al Zócalo, pese a que el presidente ni siquiera estaba en México sino en Oaxaca, donde dio su conferencia de prensa habitual.
Al ser ignorados, bloquearon el Eje Central a donde arribaron empleados del gobierno a informarles que sería recibidos por la Fiscal, Ernestina Godoy.