del fotógrafo Armando Martínez
'El hombre en llamas', la historia detrás de la foto que fue galardonada
Indígenas otomíes provenientes de Querétaro invadieron una casona abandonada tras el sismo del 85
(Foto: Armando Martínez, El Gráfico)
El miércoles 19 de septiembre de 2018 Álvaro Margarito quedó cubierto entre las llamas luego de un enfrentamiento en calles de la colonia Juárez, donde junto con otros indígenas otomíes provenientes de Querétaro invadieron una casona abandonada tras el sismo del 85.
Comerciante como la mayoría, defendía el predio número 18 de la calle Roma a donde llegaron a vivir más de 120 familias, luego de que el temblor del 19 de septiembre de 2017 los pusiera en la mira de los dueños del inmueble por un campamento que instalaron en los alrededores.
A un lado del hombre se encontraba el fotógrafo de EL GRÁFICO, Armando Martínez, quien registró todo ese disturbio durante la más de media hora que duró, y lo vivió en carne propia cuando las cosas se salieron de control.
A las 9:00 horas los habitantes escucharon golpes en la puerta, eran 'los cargadores' que llegaban para expulsarlos a como diera lugar, con ayuda de tubos y palos.
En reacción, un grupo de residentes les lanzó piedras, muebles y todo lo que encontraban a su paso, pero no pudieron contra los 50. Dos galones de gasolina les pareció la mejor opción para ahuyentar a sus oponentes, por lo que la rociaron a los alrededores del domicilio con la intención de que los dejaran vivir ahí.
La riña ya había alertado a los cuerpos de seguridad ciudadana, por lo que granaderos se aproximaron al punto. Álvaro Margarito fue uno de los que derramó el combustible en la puerta de la vivienda y le prendió fuego. Enardecido, no se dio cuenta que se había salpicado el pantalón.
Armando nunca dejó de disparar su cámara. La orden del editor era documentar el hecho, bajo el protocolo de seguridad que se implementa cuando los reporteros cubren situaciones violentas. Pero Armando es de los periodistas que se fascinan por los acontecimientos y de los que disfrutan la adrenalina. Él siente que nació para la nota roja, y ese era su momento.
El pasado viernes, el Club de Periodistas de México, A. C., otorgó el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de 'Fotografía más oportuna' al reportero gráfico de esta casa editorial, por la imagen de ese día en que casi pierde la vida un hombre.
QUERÍA SER CRONISTA DEPORTIVO
Egresado de la UNAM, en el 2009 todavía quería ser cronista deportivo, pero sus amistades lo llevaron por otro camino, “tuve la oportunidad de coincidir con un compañero y su papá se dedicaba a la nota roja, desde ahí, cuando me mostraba su trabajo, quedé prendido de su profesión".
Diez años han pasado desde que se sumergió en ese universo donde la muerte y la tragedia son el día a día, donde la realidad supera la ficción.
“Mi trabajo me gusta porque sé que es importante para la sociedad, el que documente alguien lo que realmente pasa en las calles. Mi tarea es dar a conocer estos hechos, los cuales a la larga se convierten en indicadores de dónde hay inseguridad”, explica.
Juan Armando Martínez Argüelles tiene cinco años trabajando para El Gráfico y es parte del equipo que también realiza las transmisiones en vivo del acontecer diario, desde redes sociales.
Acompañado de su familia, recibió la medalla que corona una década de trayectoria y de la cual se enorgullece. “Para hacerlo, siento que necesitas tener algo que te vibre”, puntualiza.
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