AMASÓ FORTUNA
'El Tortas' adquirió 12 residencias e invirtió en casas de cambio y empresas inmobiliarias en el país
Con poco más de dos años en libertad y siete operando desde el Reclusorio Sur logró su fortuna
Foto: Archivo El Gráfico
Por DAVID FUENTES
Poco más de dos años en libertad, pero siete operando desde el Reclusorio Sur, fueron suficientes para que Jorge Flores Concha, “El Tortas”, líder recién capturado de La Anti-Unión Tepito, amasara una fortuna, con la cual adquirió siete residencias en la Ciudad de México, otras tres en el Estado de México y dos más en Cuernavaca, Morelos.
El trabajo de las corporaciones federales detalla también que en los negocios lícitos de La Anti-Unión aparecen casas de cambio instaladas en el Centro, en el aeropuerto y en Toluca, lo que preocupó a las autoridades de investigación, pues se dieron cuenta que “El Tortas” y su cártel estaban ramificando sus actividades.
Además se encontraron nexos de ese grupo criminal con por lo menos dos empresas inmobiliarias, que también durante los tres últimos años construyeron plazas comerciales y departamentos en la Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Benito Juárez y Miguel Hidalgo. En algunas de estas obras se investiga si incluso la banda sobornó a funcionarios para la expedición de permisos.
La alianza. La vigilancia que las autoridades federales hicieron a Flores Concha empezó a mediados de 2018 luego que detectaran la alianza que formalizó con integrantes del CJNG, lo que se vio reflejado en el incremento en los homicidios dolosos en la ciudad y donde llamó la atención el armamento de La Anti-Unión; así fue como empezaron a descubrir sus escondites y operadores.
La investigación permitió establecer que algunas de las viviendas relacionadas con “El Comandante T”, como era conocido “El Tortas” en las filas del CJNG, eran utilizadas por su familia como refugios y centros de negocios.
En alguna de éstas vivían entre tres y cinco meses, luego eran rentadas e incluso revendidas. Sin embargo, se han encontrado indicios de que departamentos en colonias como Narvarte y Niños Héroes, en Benito Juárez; Guerrero, Santa María la Ribera y San Rafael, en Cuauhtémoc, e incluso en GAM, eran usados para fabricar cristal.