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Los sujetos no sólo robaron el dinero si no que les quitaron la vida al matrimonio conformado por Araceli y Fernando, de 67 y 63 años, así como a su hijo Mauricio, de 30, y los enterraron en la misma casa.

(Imagen: Especiales)
A mes y medio de haber sido reportados como desaparecidos, la Fiscalía del Estado de México cateó este viernes el inmueble y con ayuda de un binomio canino, localizaron los restos humanos sepultados en el patio de la vivienda.
Derivado de las indagatorias, la Fiscalía mexiquense (FGJEM) detuvo a cuatro sujetos implicados quienes proporcionaron la ubicación del inmueble con los restos de las víctimas, que fueron trasladados al Servicio Médico Forense para confirmar sus identidades y las causas de muerte.

(Imagen: Especiales)
El 17 de junio, Araceli, Fernando y Mauricio, tendrían que haber acudido al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para recoger a María, una familiar que venía desde Chiapas.
Fue ella quien reportó la ausencia a la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) luego de que no acudieran ni le respondieran los mensajes que les envió vía WhatsApp durante aquel lunes 17.

(Imagen: Especiales)
María llegó a las 2:30 de la mañana del martes 18 y al no ver a sus familiares en la sala de espera, intentó contactarlos, pero no obtuvo respuesta y se instaló en un hotel. Luego buscó a otros familiares que le informaron que no habían podido contactarlos.
En su búsqueda, la novia de Mauricio refirió que vio por última vez al joven alrededor de las 10:00 cuando la llevó en moto a su trabajo.
De acuerdo con los familiares, los Sánchez Hernández eran muy apegados a la religión católica, incluso, participaban en charlas para motivar a otros, sobre todo, desde que años atrás perdieron a su hijo mayor en un accidente automovilístico.
Araceli desde pequeña se esforzó por salir adelante y se dedicaba esencialmente a sus tareas profesionales; Fernando se dedicaba a la compraventa de productos del mar para empresas restauranteras, mientras que Mauri, como le decían de cariño, trabajaba para el sector educativo.
Los deudos ahora exigen todo el peso de la ley para los cuatro detenidos por el homicidio de la familia.
