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La casa quedó hecha añicos, pero, a pesar de lo aparatoso del incidente, no hubo víctimas mortales. Cinco personas resultaron con lesiones menores y crisis nerviosa, pero no requirieron ser trasladada a un hospital.
La zona fue acordonada por elementos de Protección Civil, Bomberos, Policías de Nezahualcóyotl y la Guardia Nacional.
Ocho viviendas aledañas fueron evaluadas con daños materiales, como ruptura de vidrios en las ventanas. Autoridades determinaron que esto no se requirió el desalojo de los habitantes.
El presidente municipal de Nezahualcóyotl, Adolfo Cerqueda Rebollo, informó que los equipos de emergencia atendieron la explosión y que giró instrucciones para apoyar, en todo lo necesario, a las familias afectadas.
