ATACANTES IBAN ENCAPUCHADOS
Grupo armado desata masacre en antro de Morelos; autoridades suponen venganza
Ejecutaron a siete personas, entre ellas a una mujer y a un adolescente, en bar de Yautepec
Foto: Archivo El Gráfico
YAUTEPEC.— Siete personas muertas, entre ellos una mujer, fue el saldo de un ataque a balazos dentro de un bar ubicado sobre la carretera federal Cuernavaca-Yautepec, a la altura del barrio de San Juan.
A las 00:30 horas del domingo, por lo menos 12 personas convivían dentro de un bar denominado “Las Palmas”, ubicado a la altura del crucero de Ticumán.
Hasta el sitio llegaron más de cinco sujetos encapuchados y portando armas de fuego cortas y largas, quienes se metieron en el negocio y abrieron fuego contra todos los clientes.
Tras el ataque los delincuentes huyeron del sitio abordo de autos y motocicletas, mientras que vecinos del negocio que escucharon la refriega, solicitaron la presencia de los cuerpos de rescate.
Paramédicos de diversas corporaciones llegaron hasta el lugar y confirmaron que seis personas ya habían fallecido, mientras que otras seis fueron llevadas al Hospital General de Cuautla donde uno de ellos también murió y el resto permanece grave.
Tiempo después llegaron policías del Mando Único, quienes desplegaron un operativo para buscar a los homicidas, el cual se extendió hasta el municipio de Tlaltizapán, pero al no obtener resultados positivos, acordonaron la zona y dieron aviso a la Fiscalía estatal.
Personal del Servicio Médico Forense (Semefo) realizó el embalaje de más de 30 casquillos percutidos de distintos calibres, los cuales servirán para la investigación.
Finalmente, los peritos llevaron a cabo el levantamiento de los cuerpos identificados como Pedro, de 36 años; Pedro José, de 20; Jesús Manuel, de 22 años, así como Jorge Alexis, de 22 años, Luz Andrea, de 23, y Miguel, además de un adolescente de 16 años.
Hasta este momento se desconoce si las autoridades estatales ya cuentan con alguna línea de investigación; sin embargo, extraoficialmente se mencionó que el ataque podría haberse suscitado por una venganza contra el dueño por negarse a pagar “derecho de piso”.