EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Habitantes de Azcapotzalco viven aterrados con tanto asesinato, señalan pelea por drogas
(Foto: Ilustrativa, Unsplash)
CIUDAD DE MÉXICO.- En Azcapotzalco, los discursos y promesas de recuperar la seguridad son rebasados por el temor de sus habitantes, quienes prefieren cuidarse entre vecinos que acercarse a policías y autoridades.
Una fila de casi 20 personas se forma en la explanada de la alcaldía. Son habitantes de varias colonias que acuden a las jornadas de Miércoles Ciudadanos a entrevistarse con su alcaldesa en busca de mejorías en sus comunidades.
Andrea es una residente que espera en la fila a que le den permiso para podar un árbol. Ese es el propósito por el que asistió a la explanada, pero no es su mayor preocupación.
Ella dice que lo que más inquieta en la colonia Del Gas, en donde vive, es el incremento de homicidios; sólo el fin de semana, un hombre fue ejecutado a unas calles de la casa donde habita junto con su familia.
Ese homicidio no fue el motivo por el que decidieron no caminar más por el Deportivo de las Democracias, sino una muerte ocurrida hace tres semanas en la misma zona y casi al mediodía. A pesar de vivir a unos metros del edificio de la Fiscalía de Homicidios, la presencia de agentes en la zona no les garantiza seguridad.
El sentir de Roberto es semejante al de su vecina. Él acudió a la explanada en busca del permiso para reparar una banqueta, pero ese es sólo uno de los problemas que aquejan al Barrio de San Sebastián.
El taxista vive en la colonia desde hace 57 años y nunca había visto tanto el incremento de violencia como en los últimos cinco años.
Son, cuenta, los nietos de los vecinos con los que solía jugar de niño, quienes han convertido al barrio en un campo de batalla.
Al Barrio de San Sebastián ahora se le conoce como “Las Calacas”, desde que los habitantes comenzaron a matarse por la pelea de venta de droga en Azcapotzalco.
“El Virus”, “El Churro” y “Los Cachetes” son apodos de quienes han sido detenidos o ejecutados en las calles de la colonia, en donde dejaron una herencia de violencia.
Ahí, agrega el hombre, no hay taxista que se atreva a entrar a dejar pasajeros. De hacerlo, son asaltados y baleados por los jóvenes de no más de 20 años que viven en el Barrio.
En la colonia Hogar y Seguridad, la historia es semejante: asaltos y robo a casa habitación son los delitos que aquejan a los colonos.
Aún así, en los Miércoles Ciudadanos no existe una mesa en la que atiendan las preocupaciones de los colonos acerca de la inseguridad.
En Naucalpan, vecinos se quejaron ayer de lo mismo que en Azcapotzalco; lo peligroso no es percepción, sino realidad, confirmaron, tras el anuncio de que 64.5 por ciento de los habitantes considera inseguro vivir ahí.