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“Dejaron once cuerpos, dos de ellos decapitados con una manta firmada por La Línea, en donde hace una declaración de que son traidores y pues un mensaje que ellos están lanzando”, aseguró.
El funcionario descartó que los hechos estén relacionados con lo que ocurre en Sinaloa, y aseguró que se trató de una traición entre los mismos integrantes del crimen organizado.
Está masacre se suma a la violencia que se registró el fin de semana del 13 al 16 de septiembre en este municipio, así como en Coyame y Manuel Benavides, donde se presentaron varios hechos violentos que dejaron seis muertos.
Durante la semana también se han encontrado vehículos calcinados en las carreteras que conducen a dichos municipios, así como rumbo a Valle de Allende.
También durante el miércoles y jueves, el gobierno municipal de Allende pidió a la ciudadanía evitar salir de casa si no era necesario debido a los hechos violentos registrados en esa región del estado y por lo cual se cerró la presidencia municipal; hasta ayer, las calles del lugar lucían desoladas.
Hasta la tarde de ayer, las 11 víctimas no habían sido identificadas ni tampoco se hablaba de personas detenidas.
La ola de violencia puede ser por la incursión de un tercer grupo criminal de fuera del estado que se disputa el territorio fronterizo.