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Frente a su hija como testigo, el hombre sujetó una de las hojas de la palma, pero perdió el equilibrio. Y es que, según la niña, la hoja estaba suelta y al momento de intentar podarla, la rama se soltó.
Tras caer, la niña intentó ayudar a su padre, pero al ver que no respondía tocó a las puertas de la empresa y a domicilios de las calles en busca de auxilio.
Fueron los habitantes quienes se llamaron a paramédicos para que acudiera al lugar a atender al trabajador. Pero a su llegada, el hombre ya había muerto por el golpe que recibió en la cabeza y que le provocó una fractura en el cráneo.
La menor fue la encargada de avisar a sus familiares quienes arribaron al lugar para identificar el cadáver y declarar que Juan se dedicaba a vender el follaje para animales en las zonas altas de la alcaldía.
