A pesar del balazo que recibió, el “licenciado” caminó hasta su domicilio, donde su esposa lo llevó en un taxi al Hospital Dr. Rubén Leñero.
Cuando la policía inició con la investigación del ataque, el “licenciado” de 29 años no aportó información que ayudara a identificar al agresor; además, notaron que la víctima se encontraba en estado etílico.
De acuerdo con cifras de la Fiscalía de la Ciudad de México, de las mil 13 carpetas de investigación que se abrieron por delitos contra la vida y la integridad corporal durante el mes de enero de este año, 29 fueron por lesiones dolosas con arma de fuego.