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Cuando el personal de los cuerpos de emergencia logró rescatar al mecánico, de 52 años, ya no contaba con signos vitales. Para impedir que los curiosos fotografiaran el cadáver, la policía lo cubrió con una sábana y acordonó el lugar.
Minutos después, dos mujeres sufrieron una crisis nerviosa cuando reconocieron a Guillermo; al negarse a aceptar el aplastamiento del mecánico, un familiar abrazó el cuerpo.
Personas que observaban la escena comentaron que el mecánico arreglaba la “micro” sin las medidas de protección necesarias.
Para saber cómo ocurrieron los hechos, las autoridades revisarían las cámaras de seguridad que hay en la zona de Santo Domingo.
Peritos de la Fiscalía de Justicia capitalina se encargaron de las diligencias y luego de levantar el cadáver de la vía pública, el cual fue llevado a la morgue para realizarle la autopsia de ley.