ESTE LUNES
Mujer se empodera y decide no lanzarse de puente por culpa de su novio, en Iztapalapa
(Foto: Especial)
CIUDAD DE MÉXICO.- En el transcurso de este primer lunes de julio, una mujer intentó quitarse la vida en la alcaldía Iztapalapa, pero su destino que pudo terminar en tragedia dio un giro inesperado en cuestión de minutos.
Lo anterior luego de que elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) intervinieron y la convencieron de que no lo hiciera.
Ella ya había decidido su destino tras tener problemas con su pareja sentimental, pero antes de ejecutar sus planes, repensó las cosas y decidió vivir.
Ciudadanos fueron los que se percataron del peligro en el que estaba la mujer, por lo que reportaron el asunto a oficiales que hacían recorridos de seguridad en el Centro de Transferencia Modal (CETRAM) Constitución de 1917, localizado en la calzada Ermita Iztapalapa y la calle Hortensia, en la colonia Los Ángeles.
Ante la amenaza de que la mujer atentara contra su vida, los oficiales se aproximaron y la tranquilizaron con una breve charla.
Pasados unos minutos le ayudaron a bajar del barandal del puente.
Paramédicos de Protección Civil (PC) la valoraron y le diagnosticaron crisis nerviosa, por lo que la atendieron en el lugar.
Después, los policías que la rescataron la llevaron a su casa y, al llegar, ella les agradeció el apoyo.
La cuestión del suicidio es compleja, y no hay una única respuesta que explique por qué las personas optan por quitarse la vida.
Las causas del suicidio son generalmente el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales, y pueden variar de una persona a otra.
Algunos de los factores de riesgo comunes asociados con el suicidio incluyen:
Enfermedad mental: La depresión, trastornos de ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia y otros trastornos mentales pueden aumentar el riesgo de suicidio.
Estas condiciones pueden generar un profundo sufrimiento emocional y distorsiones en la forma en que una persona percibe su vida y las posibilidades de recuperación.
Problemas emocionales y de salud mental no tratados: La falta de acceso a la atención médica adecuada, la estigmatización de los problemas de salud mental y la falta de conciencia sobre los recursos disponibles pueden dejar a las personas en una situación de desesperanza y desamparo.
Factores psicológicos y personales: La presencia de sentimientos abrumadores de desesperanza, desesperación, culpa, vergüenza, baja autoestima y falta de habilidades para hacer frente a situaciones difíciles puede aumentar el riesgo de suicidio.
Factores sociales y ambientales: Problemas familiares, falta de apoyo social, aislamiento, abuso físico o emocional, pérdidas significativas (como la muerte de un ser querido o la pérdida de empleo), dificultades financieras, discriminación, acoso y acceso a medios letales pueden contribuir a la vulnerabilidad suicida.
Si conoces a alguien que esté en riesgo de suicidio, busca el apoyo de profesionales de la salud mental y contacta a las líneas de emergencia. ¡Nadie está solo!