EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Policía vivió intocable por 20 años tras secuestros y acusaciones, antes de que lo mataran en Tepito
(Foto: Especial)
CIUDAD DE MÉXICO.- El expolicía de investigación José Ricardo Sánchez Vascoit murió impune pese a las múltiples denuncias de vínculos con grupos criminales y a pesar de que participó en la desaparición forzada de un joven en la colonia Buenos Aires, caso por el que se emitió una recomendación a la Procuraduría capitalina (PGJDF) en 2002.
En casi dos décadas desfilaron seis titulares de la Procuraduría, hoy Fiscalía, en la Ciudad de México y, pese a su negro historial, ninguno se dio cuenta de que Sánchez Vascoit era una “fichita”.
En la recomendación emitida en junio de 2002 por la Comisión de Derechos Humanos capitalina (CDHDF) se documentó cómo “El Conán” participó en la desaparición de Jesús Ángel Gutiérrez Olvera, dueño de una tienda de autopartes, en la colonia Buenos Aires.
El documento enlista irregularidades que evidencian la protección entre los servidores públicos que impidieron que Sánchez Vascoit fuera procesado y continuara sus funciones “normales”.
La recomendación fue firmada por Emilio Álvarez Icaza, hoy senador independiente, quien en entrevista para EL GRAFICO recordó que el caso fue de los primeros en llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Me parece que debe ser un poderoso llamado de atención cuando una instancia nacional y una internacional, en materia de Derechos Humanos, hacen señalamientos, pero pareciera que hay una impunidad estructural, una impunidad institucional”, dijo.
Álvarez Icaza mencionó que en esa época, las autoridades incurrían en un fenómeno conocido como el “tortuguismo”, que consistía en atrasos y la pérdida de documentos, que generaban que las faltas administrativas y los delitos caducaran y los malos elementos permanecieran sin castigo.
“(La permanencia de estos elementos) en la corporación, el mensaje que se manda es que se toleran los abusos, se reproducen las impunidades y se convierte en una cultura institucional, me parece que esto debería ser un fuerte llamado de atención, no debería permitirse en la CDMX ni en ningún otro lugar”, señaló.
“A elementos con señalamientos expresos en materia de Derechos Humanos tendría que ser elemento suficiente para la carrera policial y esto demuestra que no está siendo así, está en el papel, hay una narrativa y un discurso de atención de Derechos Humanos, pero claramente en la práctica no los toman en cuenta”.
Agregó que los exámenes de control de confianza deberían ser un mecanismo claro de control de ascensos y permanencias en cuerpos de seguridad para prevenir el ‘chapulineo’ entre corporaciones.
Por casi 20 años “El Conan” logró eludir la acción de la justicia, pero la fortuna no estuvo de su lado cuando sicarios lo ejecutaron junto a su esposa, en Tepito.
La vida de Ricardo Sánchez Vascoit acabó al interior de su domicilio en Tepito, después de que dos jóvenes, de 24 y 15 años, fueron contratados por un sujeto apodado ‘El Rocky’, quien les prometió pagarles 30 mil pesos por asesinarlo.
Durante casi 20 años, Leonor Olvera ha buscado a su hijo, desaparecido por policías judiciales de la CDMX y federales. Acudió a organismos internacionales pero no ha logrado recuperar el cuerpo de su vástago.
El gobierno mexicano reconoció en 2012 que policías desaparecieron a Jesús Ángel Gutiérrez. Uno de los responsables del hecho fue José Ricardo Sánchez Vascoit.
Jesús Ángel Gutiérrez Olvera fue detenido sin orden de aprehensión el 14 de marzo de 2002.
Ricardo Sánchez Vascoit, “El Conan”, y un agente federal llamado Jafet Jasso fueron identificados como los responsables de detenerlo.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos brindó protección a la madre de la víctima, quien sufrió amenazas de muerte y se le encarceló, acusada de narcomenudeo, para evitar que exigiera justicia por la desaparición de su hijo.
