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Sin embargo, de acuerdo con declaraciones de su hermano Ángel, Claudia Andrea se mostró extraña durante las llamadas telefónicas que tuvo con su familia ya estando en la Ciudad, por lo que decidieron adelantar su llegada.
Lo que notaron los familiares fue que la joven ya no contestaba las llamadas ni los mensajes aunque aparecía en línea en WhatsApp. Lo último que les dijo fue que se sentía mal.
Fue el 30 de diciembre de 2019 que la familia de Claudia Andrea regresó de Morelos acompañada por su hermano Ángel, quien fue el primero en entrar al departamento y el olor a putrefacción le hizo saber enseguida que las cosas no estaban bien.
Encontró sin vida a su hermana sobre su cama y cubierta con unas sábanas. Faltaban su celular, tarjetas bancarias e identificaciones; unos días después usaron una de sus tarjetas para compras de ropa en el Centro Histórico, pagar la cuenta de un restaurante y otros artículos en tiendas de conveniencia.
Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) concluyó que Claudia Andrea murió por un paro cardiorrespiratorio, es decir, por causas naturales. La familia nunca estuvo de acuerdo, pero cuando su hermano exigió que se investigara la muerte como homicidio recibió amenazas por parte de los agentes.
Ahora que el feminicidio de María José, de 17 años, a manos de su vecino Miguel Cortés en un edificio de la colonia La Cruz Coyuya de Iztacalco destapó que éste es un presunto feminicida serial, la FGJ contactó a los familiares de Claudia Andrea para indagar si fue una de sus víctimas.
Las autoridades capitalinas ignoraron desde 2012 las pruebas de que Miguel Cortés fue la última persona que vio con vida a su subordinada de trabajo Karen Ornelas Baltazar, a quien pretendía, pero fue rechazado; su cadáver fue hallado luego de que su jefe le prestó su departamento para su fiesta de cumpleaños y se dijo que murió por broncoaspiración.
(Fotos: Especiales)
En 2015 fue la última persona en convivir con su prometida Frida Sofía Lima Rivera, originaria de Morelos, quien fue reportada como desaparecida y su cuerpo no fue encontrado. Miguel declaró que se había regresado a su pueblo, de donde salió para venir a estudiar al IPN.
Para 2018 desapareció Viviana Elizabeth Garrido Ibarra, quien también era su compañera de trabajo en unos laboratorios y de sus pocas amigas en el lugar. A veces se iban juntos al Metro.
Y en 2019, Claudia Andrea, su novia y compañera de trabajo, fue hallada sin vida en condiciones extrañas. Aun así, las autoridades no investigaron los patrones que unían estos casos y Miguel asesinó a seis mujeres entre 2012 y 2024 con total impunidad.
