Aunque en un principio se pensó que se trataba de un hombre que había sido arrollado, más tarde se supo que había muerto a tiros.
Tras las sospechas, los agentes buscaron evidencias en la orilla del camino. Ahí, a unos cinco metros del lugar donde murió el hombre, encontraron dos casquillos percutidos.
La primera versión manejada por las autoridades fue que la víctrima fue llevada hasta ese lugar en un vehículo, del cual fue bajado y, tras dejarlo correr por algunos metros, le dispararon por la espalda.
El cadáver presentaba una herida de bala en la espalda y otra más en la cabeza.
Horas más tarde, el cadáver fue levantado y trasladado al anfiteatro de la agencia ministerial, en donde permanecía como desconocido.
Debido a los trabajos de investigación en la zona, la vialidad en dos de los carriles de la pista se vio afectada hasta el retiro del cadáver.