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Camión de transporte público destroza a abuelito ciclista, en Iztacalco

“Le tapé la carita, estaba toda destrozada”, así relataba un joven...

Camión de transporte público destroza a abuelito ciclista, en Iztacalco

(Imagen ilustrativa: IA)

La roja 07/01/2025 19:14 Redacción Actualizada 19:14
 

Por: Tania Aguilar

“Le tapé la carita, estaba toda destrozada”, así relataba un joven cómo intentó cubrir el rostro de Raúl, quien falleció mientras viajaba en su bicicleta, tras ser atropellado por dos unidades de transporte público en el cruce de Congreso de la Unión y Viaducto, en la colonia Santa Anita, alcaldía Iztacalco.

Raúl, de aproximadamente 60 años, estaba chambeando. Se dedicaba a hacer mandados en el mercado Santa Anita, ubicado cerca del accidente.

Fue alrededor de las cuatro de la tarde, cuando al dar la vuelta hacia Eje 2 Oriente, una unidad de la ruta Victoria-Hospital Naval Militar, le pasó las llantas encima.

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De acuerdo con sus familiares, quienes llegaron a identificar el cuerpo, fueron dos camiones los que lo atropellaron. El primero se alcanzó a dar a la fuga y el conductor del segundo, intentó hacer lo mismo, pero fue detenido por los mismos testigos.

“Yo si le di una madriza”, dijo su sobrino, refiriéndose al chofer, quien fue aprehendido en el sitio por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Ahí también quedó la unidad de transporte público resguardada por las autoridades.

La cara de Raúl quedó irreconocible. Sobre el asfalto quedaron regados sus sesos y su bicicleta, con paquetes de vasitos de unicel, que probablemente iba a entregar como parte de un pedido más.

Mientras esperaban a los peritos, sus familiares, entre ellos varias señoras, una con bebé en brazos, comentaban que estaban a punto de comer, cuando les llegó el aviso de la tragedia.

Salieron corriendo porque vivían cerca y, al ver la cara del difunto hecha añicos, una de las mujeres fue por otra sábana a su casa para taparlo, a pesar de ya tenía una puesta.

Los encargados de una tiendita cercana fueron quienes ofrecieron a la familia de Raúl, videos de las cámaras de seguridad para que su muerte no quede impune.

Cuando llegó la unidad forense de la Fiscalía capitalina, sus seres queridos, quienes ya se habían calmado, volvieron a llorar desconsoladamente al ver el estado en que quedó la cabeza de Raúl.

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