LUCHA Y TINTA
Santa Máscara Tattoo ha rendido a varias estrellas del pancracio para teñirles la piel
(Foto: Archivo, El Gráfico)
Natalia Farfán creció viendo lucha libre, su padre, Big Memo, le heredó el gusto por los costalazos y, en cierta forma, ella algún día quiere seguir su huella en el ring.
De hecho, ya entrena por los rumbos de la colonia Guerrero, si bien, por ahora, su reto está lejos del enlonado, aunque no tanto de los gladiadores.
En enero del 2020, se lanzó a la aventura y abrió el estudio de tatuaje Santa Máscara Tattoo, un concepto que sobrevivió a la pandemia y amenaza con crecer. “Es una cuestión de tener mucha pasión por lo que haces, el amor al proyecto y la amistad, eso ha contribuido a seguir en pie”.
Pero no es fácil, pagar la renta a veces es una odisea y los deseos de claudicar se asoman. La recompensa es haber conseguido que estrellas del pancracio los elijan para tatuar su piel. “Nos han volteado a ver personajes del tamaño de Místico, Lady Shani, la Hiedra y el Hijo del Villano III. Uno de los sueños es trabajar con Penta, Psycho Clown y Pagano. Lo vamos a lograr”.
Así como han conseguido que gente de Polanco, la Roma o Acoxpa llegue hasta la colonia Peralvillo “para vivir la experiencia de tatuarse donde lo hacen sus ídolos”, presume la joven emprendedora.