¡Prueba!
Nieves del Zócalo en Cuernavaca, en La Banquetera de Morelos
En las Nieves del Zócalo te desafían a que digas que no te gustan sus más de 100 sabores naturales
(Foto: Moisés Sánchez, El Gráfico)
El termómetro del celular marcaba 32 grados y los árboles no son suficientes para apaciguar el calor, que se repite con más intensidad cada año; pero Luis Javier Brito propuso una solución: vender nieves 100% naturales, en “Las Nieves del Zócalo”.
Con un salto, Luis Javier, de 59 años, deja el lugar donde come pues tiene que servir un par de nieves, tal como ocurre desde hace 20 años, en Cuernavaca, donde a ratos Luis descansa, pero la afluencia a su negocio es tal, que esos momentos son escasos.
El cliente, asegura Luis, puede escoger entre 100 sabores, aunque cerca de las 17:00 horas sólo quedan unos cuantos. El secreto para que ese escenario se repita todos los días es sencillo: las nieves que vende son 100%, no llevan colorantes.
“Mi familia se dedica al negocio desde hace 20 años. Empezamos en Veracruz, pero somos de aquí (Morelos); allá empezamos el negocio y aquí seguimos con la tradición”, cuenta.
Son cuatro hermanos, Mauricio, Rodrigo, Sandra y él, quienes se dedican a la venta de nieves. Incluso, tienen una fábrica donde se elaboran las nieves y varias sucursales. Una en el centro, otra frente a Galerías y también una en Avenida Universidad, así como un par más en otros puntos.
Luis, en su sucursal, atiende de 11:00 a 20:00 horas, todos los días. Desde atrás de un refrigerador, con una gorra blanca y una sonrisa en la cara, reta a los clientes.
“Cuando me preguntan que cuáles están ricas, yo les digo que todas; se ríen, pero prueban todas y se dan cuenta que es cierto”, sonríe, para luego confesar que la más vendida es la de mango bañada en una salsa de tres chiles con limón y sal.
Un hábil movimiento de la mano le vale para rellenar un vaso de chile y luego rellenarlo de nieve. Su calidad y amabilidad le han valido para que gente proveniente de la Ciudad de México u otros estados, viaje más de dos horas sólo por comer de su nieve.
“Es que las hacemos con amor y orgullo. Es una tradición. Además, el trato, le doy gracias al cliente, muchos negocios piensan que ellos les hacen un favor al cliente, pero es al revés. Seguiremos mejorando para la gente”, afirma Luis, extendiendo la mano para entregar un vaso enchilado con mango hecho nieve.
¿Dónde?
Avenida Díaz Ordaz número 68, colonia Acapatzingo, en Cuernavaca. De 11:00 a 20:00 horas, de lunes a domingo.