Tacos de Don Beto
Deliciosa birria purépecha, en La Banquetera de Morelos
"Esta receta me la enseñó una persona yucateca, yo trabajé con él y él me enseñó a hacer esto y de ahí agarré el trabajo”, señaló el hombre
(Foto: Xavier Omaña, El Gráfico)
En Cuernavaca, son pocos los lugares que existen para comer una buena birria de carnero, así que en esta Banquetera les sugerimos la de estilo Michoacán de don Beto, que lleva nada más y nada menos que 31 años complaciendo los paladares.
Pero no fue ingenio de él, fue su amigo el que se los enseñó y así agarró práctica. Curiosamente, ese hombre era yucateco, pero le mostró el arte de la comida michoacana, así que desde 1987, los “Tacos de Don Beto” han puesto en la boca de cada cuernavacense un pedazo de esa gastronomía.
“Esta receta me la enseñó una persona yucateca, yo trabajé con él y él me enseñó a hacer esto y de ahí agarré el trabajo, y ahorita trabajamos bien, gracias a Dios” dice don Beto.
(Foto: Xavier Omaña, El Gráfico)
El oficio comenzó con un humilde carrito de tacos, en la calle Tabachines, en la colonia Jiquilpan de Cuernavaca, con apenas cinco comensales al día. En ese lugar, permaneció 25 años despachando tacos. Al pasar el tiempo, los inigualables “Tacos de Don Beto” comenzaron a ganar fama, a tal grado que tres mesas de lámina no eran ya suficientes, lo que lo obligó a ampliar el negocio.
Para hacerlo, se cambiaron al poblado de Ocotepec, en la avenida 17 de Abril, donde ha permanecido los últimos seis años de su vida. “Todavía me encargo yo, tengo muchos años y de aquí me mantengo y (también) a toda mi familia”, dice el hombre de 60 años.
Líder de una familia grande, siendo ya bisabuelo, don Beto espera que el negocio pase a sus descendientes, para que siga siendo el sustento de la familia.
“Tiene que pasar a las siguientes generaciones porque no hay otra, ellos tienen que heredar el negocio. El que esté conmigo aquí, hereda todo”, comenta.
Este puesto de tacos ahora es dirigido por todos los integrantes de la familia; su esposa se encarga de las finanzas, sus hijos compran los productos, algunos nietos preparan los deliciosos tacos y don Beto es quien está al frente de la embarcación.
(Foto: Xavier Omaña, El Gráfico)