Se creía que afectaba solamente a los niños. Sin embargo, el Trastorno de Ansiedad por Separación (TAS) en adultos fue reconocido por la comunidad psiquiátrica a finales de los años noventa. Los síntomas de la ansiedad por separación que se observan en adultos son: preocupación excesiva por alejarse de lugares o personas hacia quienes la persona tiene una fuerte conexión emocional. En los niños, el vínculo suele ser con los padres o personas encargadas de su crianza; en adultos, con la pareja, los padres, los hijos o un amigo. ¿Cómo se manifiesta?
En este tipo de trastorno se pueden observar los siguientes síntomas:• Ansiedad extrema similar a la de un ataque de pánico: boca seca, hormigueo, náusea, sudoración, mareo y dificultad para respirar, entre otros.
• Evitación a permanecer solo y temor de que suceda algo malo que separe a la persona del objeto de su apego: “Constantemente tengo miedo de ser secuestrada y tener que estar alejada de mis hijos”.
• Preocupación de que un suceso, como un secuestro o extravío, lleve a la pérdida de la figura del apego. “Miles de escenas terribles pasan por mi cabeza. Me da pánico que maten a mi esposo, que conozca a alguien más o que me deje por una mujer más interesante. También imagino que nunca regresa a casa o que sufre un accidente y pierde la memoria”.
• Reticencia a ir al trabajo o a hacer actividades recreativas debido al temor a la separación: “He dejado de hacer cosas personales por diversión. No programo ninguna actividad cuando mi pareja está en casa, incluso si toman menos de una hora. No soporto la idea de perderme, aunque sea por unos minutos, del tiempo para estar juntos”.
• Rechazo a la idea de dormir fuera de casa: “En los últimos tres años, he dormido alejado de mi pareja 15 noches, en las que no pegué el ojo. Sentía como si me hubiera abandonado”.
• Pesadillas relacionadas con el tema de la separación: “Esos sueños en los que despierto exaltada se relacionan con la posibilidad de un secuestro, suyo o mío, y con la dificultad de estar juntos nuevamente”.
¿A quién afecta?
Afecta más a las mujeres que a los hombres y a personas solteras, separadas o inestables en sus relaciones. Se ha observado que quienes tienen un bajo nivel educativo desarrollan el trastorno con más facilidad. Hay una mayor tendencia al síndrome entre las personas desempleadas, aunque no se sabe si el trastorno provoca el desempleo o viceversa. Este desorden es más común en quienes fueron abandonados, descuidados o víctimas de abuso.
¿Cómo impacta en las vidas de las personas con este trastorno?
Más que nada, incapacita a la persona a realizar sus actividades cotidianas. Afecta en gran medida a la relación de pareja. El compañero tiene que lidiar con la ansiedad del otro: dudas sobre ir al trabajo, salir de casa o hacer su rutina diaria. Esto puede generar mucho resentimiento en él. Cuando esta situación continúa por mucho tiempo, puede destruir la relación, el peor temor de quien sufre de este tipo de ansiedad. Algunos padres padecen de este síndrome cuando sus hijos comienzan a socializar y a ser más independientes de ellos.¿Cuáles son los tratamientos?
No hay un tratamiento estándar. En la mayoría de las terapias se trata como un desorden de ansiedad, con una combinación de fármacos y psicoterapia, en particular la terapia cognitivo-conductual.Envía tus preguntas, sugiere temas:
