colonias prioritarias
Por Covid-19, prohíben venta de comida en la vía pública en el Centro Histórico de la CDMX
La titular de la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow, encargó a la policía capitalina estar al pendiente de que la nueva regla sea acatada
(Foto: Archivo El Gráfico)
Una de las noticias que ha causado todo tipo de reacciones en las redes sociales y a los oficinistas que acostumbran salir a comer en el puestito más cercano,, es la medida tomada por el Gobierno de la Ciudad de México para disminuir la propagación del Covid-19, en la cual queda prohibida la venta de alimentos en la vía pública.
Este programa entró en vigor a partir de este 26 de agosto y entrarán colonias, barrios y pueblos de atención prioritaria por la propagación del virus del SARS-CoV-2, entre ellas podemos mencionar las colonias Centro Y, Centro IV, Centro VIII, Guerrero, Morelos I y Morelos II.
La idea de prohibir la venta de alimentos en vía pública, es evitar aglomeraciones en las calles y así, seguir respetando la sana distancia, sin embargo en la otra cara de la moneda, se asoma el temor y desesperanza de cientos de familias que dependen de este tipo de negocio para salir adelante.
Por lo anterior, la titular de la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow, encargó a la policía capitalina estar al pendiente de que la nueva regla sea acatada por quienes se dedican a la venta de comida en las calles de la ciudad.
Y es que de acuerdo con la funcionaria, las zonas donde se aplicará la medida, podrían salir del listado de las que tienen más casos de contagios por Covid-19, siempre y cuando sea respetada.
Además Ludlow hizo un llamado a la ciudadanía y a los visitantes que acuden al Centro de la CDMX a seguir reforzando las medidas sanitarias, no bajar la guardia en cuanto al uso del cubrebocas, mantener limpias las manos, evitar congregaciones, respetar la sana distancia, y por supuesto, no colocar puestos de comida en las banquetas.
Aunque hasta el momento no se ha hablado sobre alguna sanción para quienes no respeten esta medida, la posibilidad de su existencia no puede quedar descartada, y es que ni los comerciantes se quedarán de brazos cruzados, ni tampoco quienes tienen la necesidad de comer en la calle quedarán indiferentes.