Hay un antecedente de fondo en la renuncia de Ernesto de Lucas Hopkins de ProMéxico. En el gobierno de Felipe Calderón se hicieron grandes negocios con el Fondo Pyme en la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, de la Secretaría de Economía, entonces a cargo de Miguel Marón, quien también fue presidente de la Canaco.

Marón, junto con el sonorense Mario Sánchez Ruiz, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial (2010-2012) y actual diputado federal por el PAN, bajaron recursos de la SE a asociaciones civiles que los funcionarios crearon junto con sus amigos de los organismos empresariales. Originalmente, los recursos del Fondo Pyme estaban destinados a emprendedores mexicanos, quienes se encontraron con la sorpresa de la triangulación. Y los personeros de Marón exigían una cuota de 10% como condición para recibir los apoyos, además de la contratación de un seguro para garantizar el pago.

Las irregularidades salieron a la luz en el Informe de la Revisión de la Cuenta Pública de los años 2010 y 2011 y los faltantes del Fondo Pyme sumaban cerca de mil 200 millones de pesos. Después de la elección presidencial de 2012, el titular de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, se reunió con el entonces secretario de Economía, Bruno Ferrari, y le externó la necesidad de informar al Presidente de la situación.

Con la Presidencia de la República perdida y con el PAN relegado a la tercera fuerza política del país, la presión del asunto sobre Bruno Ferrari estalló el 20 de noviembre de 2012, cuando fue intervenido de emergencia en el Hospital Central Militar debido a una trombosis cerebral. Don Bruno, que se veía como subsecretario de Educación en este sexenio gracias a su cercanía con el socio de Elba Esther Gordillo, Jorge Kahwagi Gastine, ahora se preocupa más por recuperar su salud.

Las auditorías realizadas por la Secretaría de Hacienda a ProMéxico tenían el mismo patrón de lo aquí relatado. Ernesto de Lucas Hopkins creyó que el cargo público le serviría de caja chica para financiar su aspiración legítima de ser gobernador de Sonora en 2015, cosa que se antoja harto difícil porque Don Beltrone tiene dos gallos para el proceso electoral: Mario Sánchez Ruiz por el PAN y el diputado local sonorense Samuel Moreno Terán, por el PRI. La casa gana.

Periscopio

Marcela Gómez Zalce tiene una doble chamba: por un lado es la directora del Canal 21 del GDF, donde cobra un sueldo mensual de 91 mil pesos, pero nunca se le mira por las oficinas del canal en el piso 16 del edificio de Izazaga 89, en el Centro del DF. Y por otro lado, Marcela es publirrelacionista de Marcelo Ebrard y principal detractora del actual jefe de gobierno. Hace unos días, a El Gordo se le atoraron los huevos divorciados en el restaurante El Pergamino del hotel JW Marriott cuando Gómez Zalce, que tiene oficina alterna en dicho hotel, antes de saludar a un parroquiano le gritó a bocajarro, con el ánimo de que todo mundo escuchara: "¿Qué mal va Miguel Ángel Mancera, verdad?". Eso sí, Gómez Zalce cobra puntualmente cada una de sus quincenas mientras que al personal de Canal 21 se le violan sus derechos laborales de manera constante, cobran una quincena no y otra tampoco.

En el radar

El diputado federal del PRI, Jorge Mendoza, no se ha enterado que su coordinador parlamentario, Don Beltrone, anda cabildeando a favor de Milenio con el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, para que le concedan a los aliados de Leopoldo Gómez una de las cadenas nacionales de televisión a licitar próximamente. Don Beltrone le jura al secretario que entre Milenio y Televisa no hay nada personal.

Bitácora de lo absurdo

"Que renuncie es como si los panistas le hubieran pedido a Molinar Horcasitas dimitir por la tragedia de la guardería ABC". Rosario Robles, en pleno acto de escapismo durante su comparecencia ante comisiones del Senado en una falta de respeto a los deudos de los niños que fallecieron en dicho incendio fatal.

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