CALIENTE POR SABER
"Caché a mi suegra muy cariñosa con un chavito menor que ella"
(Foto: Archivo, El Gráfico)
PREGUNTA: Me gustaría entender si es posible que mi esposo se haya vuelto gay de un día para otro. Antes siempre andaba diciendo que él no soporta a los homosexuales, que no le parecía que me llevara yo con gente así y cuando hacía mis reuniones con amigos del yoga, y venían amigos gays, decía que ese tipo de gente no me convenía. Desde que inició la pandemia, lo sentí alejado y sospechoso, luego comenzó a salir a “citas de trabajo” y a llegar cada vez más tarde… Hace dos días, me pidió el divorcio, porque se quiere ir a vivir con un tipo, que no conozco, ni quiero conocer. ¿Es esto normal o soy yo la que no entiende nada?
RESPUESTA: No se hizo gay de un día para otro, es muy común que la gente homofóbica sea la que se sienta más atraída a la gente de su mismo sexo. Muchos dicen que la homosexualidad surge en una etapa de la vida, en cambio otros aseguran que lo saben desde niños. Cada caso es distinto porque también depende de la educación que recibes en casa. Tu marido salió del clóset, ya no tienes que vivir con una persona que no se acepta o que trata de disimular ser otro, terminó su mentira. ¡Bravo! ahora que estás libre, reconéctate contigo.
PREGUNTA: Mi esposo tiene un problema con el alcohol. Fiesta que vamos, fiesta que se pone muy ebrio. Esto no es nuevo, siempre le ha gustado la bebida, pero se complicó la vida y el alcohol no ayuda. Ya no es simpático, ahora dice cosas lastimosas y dos veces terminó a golpes con amigos…por eso, ya no nos invitan. A mí me da vergüenza. Le he dicho que tiene que dejar de tomar, pero él dice que yo exagero, dime…¿Qué debo hacer?
RESPUESTA: Vivir con una persona que tiene problemas de alcoholismo no es un asunto que se resuelve fácil. Soportarlo es ponerte en riesgo. Necesitas buscar a un especialista o un grupo de apoyo; el alcoholismo es una enfermedad que te puede arrastrar a ti y a los tuyos. Se necesita de mucho valor y mucho amor propio para curarse. No te pongas en riesgo, si él no se quiere buscar ayuda, quizá sea bueno que la busques tú y que tomes distancia hasta que él lo tome en serio y se comprometa a dejar de tomar.
PREGUNTA: A mi esposo le gusta escuchar las noticias desde las siete de la mañana que suena el despertador y abrimos el ojo. Dice que le gusta estar enterado, saber lo que sucede en el mundo antes de levantarse. A mí, en cambio, me pone mal; son muchas más las noticias aterradoras, que las cosas positivas. Las malas nuevas entran entre mis sueños y se convierten en imágenes horribles, así que me levanto desganada y triste. ¿No sé cómo resolver este asunto?
RESPUESTA: Salte de la cama desde temprano, sal a caminar, ponte a hacer ejercicio o medita en otro cuarto o ponte audífonos con música o audiolibros si te quieres quedar en la cama. Haz algo, porque digerir malas noticias es para unos más difícil que para otros.
PREGUNTA: Hace seis meses, comencé a tener ataques de ansiedad a medianoche. Me levantaba sudando y comenzaba a sentir que me iba a morir. Lo único que me ayudaba era la voz de mi esposa que me decía que todo iba a estar bien y entre caricias y mimos, entre besos y palabras lindas, me entregaba a ella. Después de un buen orgasmo, me volvía a dormir y olvidaba esa angustia voraz. Mi mujer murió de Covid, hace dos semanas, y esa ansiedad que me asaltaba se ha vuelto distinta, ya no me mata el alma, ahora la imagino a mi lado, mientras me masturbo de noche y cuando me doy cuenta está amaneciendo y yo estoy bien. Puedo asegurar que ella viene a verme por las noches. ¿Estaré yo loco?
RESPUESTA: Puedes ponerlo de la manera que quieras. La conexión con ella es grande y su recuerdo te llena de calma y gozo; ésa es la recompensa que te da el amor y, ahora, en su ausencia, te permite sentirla cerca; qué bueno que te acompaña desde el más allá. Eres privilegiado.
PREGUNTA: Me encontré a mi suegra en el mercado con un señor menor que ella. Desde que los vi, de lejos supe que había algo entre ellos. Casi se muere ella cuando me vio. Me pidió que no le dijera ni una palabra a nadie, mucho menos a su hijo. Me juró que ella le guarda amor y respeto a su difunto marido, y lloró. Le recordé que se quedó viuda hace más de siete años, le aseguré que mi esposo no la va a juzgar, pero ella me suplicó que no diga nada. ¿Debo guardar su secreto?
RESPUESTA: Claro que sí. Así vas a ganar complicidad y cariño. Guarda el secreto. Tienes en tus manos una buena oportunidad, no se lo digas a nadie.