A Jazmín, de 14 años se la robó un individuo de 40, con añejos antecedentes penales por agresión sexual y quien dejó a su esposa de 15 años embarazada. La impunidad en materia de violencia de género siempre acarrea más violencia de género.La noche del domingo 22 de junio de 2014 Jazmín salió para bañarse. Ella vive en una comunidad ejidal, de no más de 400 personas, rodeada de ríos y selvas y valles húmedos y calurosos en el municipio de Uxpanapa, al sur del estado de Veracruz, en el límite con Oaxaca.
La casa familiar, como la mayoría de las construcciones de la zona, tienen el baño alejado de la construcción principal, la cocina y los dormitorios. Ella debía caminar unos 15 metros para llegar al cuartito destinado al aseo. Dieron las 8:00, probablemente las 9:00, cuando su mamá —Julieta García Maya— se percató de que su hija ya había demorado en el baño. Fue por ella, pero no la encontró. La buscó entonces por todo el solar, el resto del terreno familiar. No había señales de ella. Pensó que quizá habría salido a jugar con amigos, pero en la calle no estaba. Jazmín no llegó en toda la noche.
Al día siguiente, Julieta comenzó a buscarla entre familiares. Hasta que se presentó en la casa de un tío, de nombre Antonio Maya Chávez, de 40 años, alias El Toni o La Muñeca. Únicamente se encontraba la esposa de éste, una muchachita de 15 años embarazada, quien, atribulada y desconcertada, le dijo que no sabía dónde se encontraba Jazmín y tampoco dónde estaba su propio marido.
Julieta inmediatamente sospechó de Antonio. Desde un mes atrás Julieta había notado que Antonio se acercaba mucho a su hija, e incluso le ayudaba a hacer la tarea.
Esto la había inquietado, ya que, hacía 18 años, cuando Antonio tenía 22, había sido acusado de violentar a una mujer. En aquel entonces él se fue del pueblo; anduvo por Estados Unidos, la ciudad de México y el área metropolitana. Parecía que jamás regresaría, pero apenas hace un par de años la madre de Antonio se enfermó y él regresó. Entonces tomó a esa jovencita, una niña como esposa.
su papá le dio trabajo
Para ayudarlo a mantenerse, Alejandro Calderón —padre de Jazmín— le había dado trabajo en su taller de carpintería. Y es por eso que Antonio iba con frecuencia a la casa de la adolescente. Y fue así como se acercó a ella.Cuando se enteró de que Antonio no se encontraba en su casa, Julieta inmediatamente concluyó que él se había llevado a su hija y se dirigió a la cabecera municipal a interponer la denuncia por la desaparición de la niña.
Pidió que pusieran retenes en la carretera que va de Coatzacoalcos a Acayucan y así evitar que su Jazmín saliera de la zona.
En un principio, los ministeriales del estado sí la atendieron. Levantaron el oficio 346/2014 por la desaparición, pero a los pocos días concluyeron que la niña se “había ido por propio pie”.
No les importó que Jazmín es menor, su tío le lleva 26 años y tiene antecedentes penales por violencia sexual. Tampoco les inquietó que Antonio abandonó a otra niña de 15 años embarazada. Simplemente determinaron que no se podía hacer nada por Jazmín.
Actualmente la familia de Jazmín se encuentra en la ciudad de México, ya que hay indicios de que Antonio pudo haberla traído aquí o bien pudo llevarla a Estados Unidos. No saben dónde comenzar a buscarla en el Valle de México. Antonio mide aproximadamente 1.80 de estatura, lleva el cabello largo, utiliza aretes en ambas orejas. Jazmín mide 1.53 y pesa unos 40 kilos. Tiene ojos oscuros y cejas pobladas.