Bajas temperaturas cobran la vida de 2 indigentes en distintas zonas de la CDMX

Mientras los termómetros en la Ciudad de México marcaban una temperatura de 9 y 10 grados centígrados en la mañana de este lunes, servicios de emergencia localizaron los cuerpos sin vida de dos personas que vivían en la calle.

En zonas céntricas de la capital, socorristas ubicaron a ambas personas en horas de la mañana. Hacia las ocho, el C2 de la alcaldía Cuauhtémoc informó a policías que en una acera vecina al Monumento a la Revolución, colonia Tabacalera, había un hombre inmóvil, por lo que rescatistas acudieron el sitio.

Encontraron a una persona de aproximadamente 50 años que estaba acostada en el acceso a un edificio de oficinas; se encontraba boca arriba y tenía una delgada tela cubriendo uno de sus brazos. Aunque estaba tendido sobre una cubierta de plástico y al lado había un cartón, los elementos de rescate consideraron que el hombre no estaba bien cubierto para resistir el frío de la madrugada y éste pudo haberle causado un cuadro de hipotermia.

Cuando el cuerpo humano pierde calor más rápido de lo que lo produce se presenta esta condición llamada hipotermia. Cuando alguien se expone al frío sin protección adecuada su temperatura corporal puede descender a menos de 35 grados (la temperatura normal es de 37°). Al descender la temperatura del cuerpo, el corazón y el sistema nervioso presentan fallas y pueden dejar de funcionar.

El indigente no tenía identificación y quienes trabajan en los negocios aledaños no lo reconocieron, por lo que se le trasladó en condición de desconocido al anfiteatro.

Unas horas más tarde, hacia las 10 de la mañana, transeúntes que caminaban por el camellón de la avenida Mazatlán, en la colonia Condesa, a unos cinco kilómetros del primer punto, reportaron que un hombre estaba tendido en el suelo y no se movía.

Trabajadores de Protección Civil de la alcaldía acudieron al sitio y encontraron a una persona acostada frente a una banca donde estaban acomodadas una cobija y una guitarra.

El hombre, de unos 40 años, no portaba ropa abrigadora y sólo estaba cubierto por una playera de manga corta. En los restaurantes cercanos nadie pudo identificarlo ni dar razón de su nombre o si solía dormir en la zona.

Al revisarlo, los socorristas se dieron cuenta de que ya había muerto y pidieron a la Fiscalía de la Ciudad de México que acudieran a recoger el cuerpo y analizaran las causas de su muerte.