FUTBOL
No más grito “Ehh, pu...” en el Estadio Azteca, traerán cortitos a los aficionados
(Foto: Cuartoscuro)
Los partidos eliminatorios para el Mundial de Catar 2022, en que México recibirá a Costa Rica y Panamá, se jugarán con público pero quienes compren boleto deberán registrarse en línea para ingresar al estadio Azteca.
La Federación Mexicana de Futbol pondrá en marcha un "mecanismo de control" para introducir asociados al inmueble que monitoreen el buen comportamiento de los asistentes.
A quienes sorprendan gritando insultos al equipo visitante, en especial el "grito homofóbico", se les sacará del estadio y no podrán volver a un partido en cinco años.
“Para los próximos dos partidos de la Selección Nacional como local, iniciaremos con nuevas medidas: hemos decidido tener un grupo de control y no contaremos con venta al público", dijo Yon de Luisa, presidente de la FMF.
El directivo señaló que la FMF presentó una apelación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo por la sanción que impuso la FIFA por el grito homofóbico, consistente en jugar con estadio vacío en las eliminatorias al Mundial.
El Tribunal concedió una suspensión que les permitirá jugar con público ante Costa Rica y Panamá, partidos en los que se ensayará un mecanismo llamado “grupo de control” para vigilar la conducta de los asistentes.
Ese grupo estará integrado por empleados de la Federación, familiares y asociados, quienes deberán registrarse en un sitio web con sus datos personales y al ingresar al estadio deberán mostrar su código QR, boleto e identificación; los menores de edad ingresarán con la identificación del padre o tutor.
El fin último de la medida, señaló De Luisa, es incrementar la cantidad de guardias de seguridad para retirar a quienes cometan actos de discriminación.
“No podemos tolerar actos discriminatorias, no podemos jugar con estados vacíos. Invitamos a nuestra afición a adoptar estas medidas”.
El presidente de la FMF defendió sus campañas en contra del grito y consideró que la FIFA no ha tomado en cuenta sus esfuerzos para erradicarlo.
“Es muy difícil seguir avanzando contra el grito si no nos permiten meter gente a los estadios. También pensamos que no se están considerando todos los esfuerzos que se han considerado durante estos años, ya que el número de gritos ha disminuido considerablemente”.
La decisión, finalizó, no está enfocada a combatir la reventa pero al exigir el cotejo de datos del comprador con el que ingresará al estadio, sin duda tendrá un efecto en esta práctica.
