ENTREVISTAMOS A CLIENTES
Bolillos, teleras y pan dulce aumentaron hasta el doble de su precio en CDMX y Edomex
(Foto: Liliana Espitia, El Gráfico)
El pan de cada día en casas de las familias mexicanas es cada vez más difícil de adquirir, debido al encarecimiento del trigo a partir de la pandemia y luego por el conflicto armado en Ucrania.
En 2020, antes de que comenzaran los primeros casos de Covid-19 en el país, el bolillo y la telera -que son considerados en plan blanco por excelencia- se podían conseguir hasta en un peso, según consumidores.
"Ahora todo está bien caro y el pan no se quedó atrás. Ya en ningún lado encuentras el bolillo como antes, ahora está en dos pesos en todos lados y parece poco, pero subió al doble y eso sí afecta el bolsillo", comentó doña Vicky, quien atiende una panadería en Coacalco.
Si el aumento del precio del pan blanco fue notorio, el del pan dulce lo ha sido más durante los últimos dos años, pues fueron varios pesos los que incrementó en las panificadoras del Valle de México.
Mantecadas, cubiletes, donas, conchas, moños, ojos de pancha, trenzas, orejas, cuernos y otros panes tradicionales se podían conseguir hasta en 4 pesos en las panaderías de las colonias, y ahora mínimo en 7 pesos la pieza.
"El pan de dulce fue subiendo poco a poco, de a 50 centavos, y ve ahora el precio que alcanzó. Tenemos clientes que mañana y noche compran para toda la familia y terminan pagando hasta 100 pesos de pan al día... es imposible", agregó la vendedora de pan.
Una cartulina visible en las panificadoras de la zona anuncia el último aumento, a partir del 7 de marzo, a las piezas de pan como consecuencia del incremento de las materias primas.
En cuanto a los pastelillos y opciones de repostería no se venden en menos de 10 pesos, por lo que panaderos no concentran la producción en ellos, ya que los compradores optan por los más baratos.
Los consumidores mencionan que compran el pan de cada día en las panificadoras locales y no en panaderías como Esperanza, Ideal y Bon Pane porque venden el pan dulce tradicional en unos 12 pesos; los bocadillos y bizcochos valen 25 pesos.
"No podríamos comprar un pan de ese precio para cada uno de la familia, es muy caro. Por eso venimos a las panaderías de siempre y todavía nos alcanza, con esfuerzo, para llevar un pan para todos", platicó la señora Alejandra, quien salió con una bolsa repleta de un local en Ecatepec.
En tanto, en algunas panaderías de Coyoacán los precios del pan dulce como banderillas, bigotes, piedras, ladrillos y bisquets están en 8 pesos. Cuestan cuatro pesos más aquellos que tienen relleno o cobertura como la rebanada con mantequilla.
A 15 pesos vale el cuerno relleno de higos, el cuadro de pie de queso, rebanada marmoleada cubierta de chocolate y el cubilete de queso.
Desde 18 y hasta 23 pesos cuestan las piezas más caras como los rollos de canela o manzana, chocolatines y el strudel de manzana, que son los que menos se venden.
Sin embargo, el bolillo se consigue en 1.50 pesos y 2 pesos la telera, son las piezas más baratas y las más solicitadas.
"En la colonia tenemos tres opciones para comprar pan, hay una panadería que da a 7 pesos la pieza, otra a 6 y hay un auto que pasa que los vende a 4 pesos, pero es pan miniatura. La verdad es que si consideras los tamaños y precios viene saliendo en lo mismo. Hay días que sólo compramos bolillos de 1.50 para economizar un poco", contó María Castillo, vecina de Iztapalapa.
Ante los crudos precios, las familias han optado por el pan blanco por más barato y le agregan mantequilla, azúcar, mermelada o cajeta para darse el gusto del pan dulce.
Para conocer cuánto ha encarecido el trigo y a su vez el pan, se buscó a la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), pero respondieron que por el momento no dan entrevistas.
(Fotos: Liliana Espitia, El Gráfico)