El resumen del entierro de una familia de 8 masacrada en Tultepec, policía cerró panteón

TULTEPEC, ESTADO DE MÉXICO.- Para despedir a las víctimas del multihomicidio de Tultepec, los cuerpos de seguridad volvieron a montar un operativo aparatoso.

Una fila de patrullas y camionetas, en las que viajaban policías con fusiles acompañó las cuatro carrozas que transportaban los 8 cuerpos.

La salida de los féretros de la funeraria San Juan Izcalli se cumplió puntualmente. A las 11:00 de la mañana las puertas se abrieron para dar paso a las camionetas en donde trasladaban los ataúdes y a los familiares más cercanos de las víctimas.

En poco menos de una hora, la caravana arribó al panteón de Tultepec. La hora era importante porque el padre de dos niñas que fueron asesinadas terminaba de sepultarlas.

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Él y los nueve familiares que lo acompañaban sólo se encontraron con el cortejo de cinco de las víctimas por unos segundos.

A la entrada de las carrozas, los policías pidieron al resto de los asistentes salir del cementerio porque cerrarían las puertas. En el panteón de San Antonio Xahuento sólo quedaron unas 30 personas dentro de una capilla.

Al panteón ingresaron patrullas y cerca de 50 policías municipales, estatales y de la Guardia Nacional para custodiar a los asistentes.

Mientras los enterradores bajaban los ataúdes al terreno, los vigilantes retiraban a curiosos y vecinos que intentaban ingresar.

Ahí, junto adonde fueron enterradas siete de las ocho víctimas, quedó vacío el espacio para otro cuerpo.

Al parecer, esa sepultura está reservada para Jonathan, el hombre a quien los narcomenudistas que frecuentaba, trataron de robar y dio origen a la matanza.

El cuerpo del hombre, pareja y padre de dos de las fallecidas, nunca estuvo cerca de las otras víctimas.