Esto es lo que debes saber antes de que tus hijos empiecen a rodar en la bici

Para empezar a rodar es importante que conozcas las características de la bicicleta, éstas tienen que coincidir con el nivel de habilidad y medidas del pedal.

Tamaño: En general, tiene que ser acorde con la edad y estatura del menor. No compres una bici demasiado grande para tu niño, pensando en que crecerá. Puede hacer más lento su aprendizaje y afectar su confianza.

Las bicicletas para niños se miden por el tamaño de la rueda; van de 12” a 26”. La edad y estatura de tu pequeño te guiarán para elegir el tamaño correcto de la rueda.

Conocer la medida de su entrepierna ayudará a encontrar la bici adecuada. Si tu hijo tiene más de 12 años o mide más de 1.40 centímetros, puedes empezar a ver bicicletas para adulto.

Apoyo extra: Las ruedas de entrenamiento son una excelente manera de hacer que los niños se sientan cómodos pedaleando y de engancharlos a la sensación de libertad.

Al enseñar a tus hijos a pasear en bici, recuerda que el énfasis debe estar en el equilibrio, no en el pedaleo.

Casco no puede faltar: Para proteger eficazmente a tu hijo, lo primero que debes considerar al comprar el casco, es la talla. Debe adaptar perfectamente al tamaño de la cabecita. Con una cinta métrica mide la circunferencia de su cabeza y no habrá falla.

Importante

No elijas un casco más grande, pensando que tu hijo crecerá. Ahorra, ¡pero no en temas de seguridad! Si tu hijo usa un casco demasiado grande y se cae, el casco puede moverse y no proteger su cabecita.

Si tu hijo tiene entre 4 y 11 años, deberías elegir una talla XS o S (es el estándar para casi dos tercios de los niños en México).

Para que la seguridad sea óptima, el casco debe ser el adecuado para cada disciplina: si es para viajes, elige un casco ventilado.

(Fotos: Ilustrativa Unsplash)

Si tu pequeño ya es adicto a la bicicleta de montaña, elige un casco con más cobertura, como un casco de tazón, que tiene una superficie de protección más grande.

Si es para transportar a tu hijo en una silla de bebé, revisa que la parte trasera sea compatible con la forma de la silla.