Hell And Heaven, entre cancelaciones y míticos conciertos de Slipknot, Muse y Guns N' Roses

El domingo en las inmediaciones del Foro Pegaso donde se realiza una edición más del Hell And Heaven luce caluroso, han sido dos días de actividades y hoy se espera el cierre definitivo con Billy Idol y Guns N' Roses.

El festival de heavy metal, considerado el más grande de Latinoamérica cojea por la veintena y pico de bandas canceladas, entre ellas Luzbel, Front Line Assembly, Mudvayne, Here Comes The Kraken, con 'portazo' incluido y quejas de los asistentes en temas de seguridad y acceso (al menos el viernes; el sábado todo fue más ágil).

(Foto: Especiales)

En las inmediaciones del Foro Pegaso, ubicado en un pueblo toluqueño donde el comercio local vende todo tipo de antojitos y chelas para el precopeo, se respira un ambiente festivo, donde los presentes, pese a los tropiezos del festival, ven el lado positivo. Claro, se lamentan por no ver a su banda favorita, como anoche Hocico, pero celebran a los que sí han ofrecido míticos conciertos, como Slipknot, Muse, Helloween, Covenant, Ministry, In Flames, Amon Amarth, Exodus, Bad Omens, London After Midnight, Prismatic Shapes y Ville Vallo, quienes levantaron ese ánimo caído y por momentos desangelado.

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Una vistosa rueda de la fortuna y el rugido de la canoa, feria típica y activaciones como zona vikinga y mágica, así como zona para niños (que aguantan estoicos el helado frío de la noche y madrugada) dan vida en el venue boscoso de Toluca, el cual goza de buenas instalaciones, cómodas para la realización de un magno festín musical.

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Tampoco hay demasiadas quejas por el audio de los cinco escenarios montados (quizá un poco más de volumen no caería mal), sobre todo en los actos protagónicos, donde las bocinas derrochan la furia del metal, punk, dark, ska y rock macizo, géneros que reinan en los tres días de actividades del Hell And Heaven.

Resultan muy llamativos los atuendos de los presentes, que van del rock clásico, con camisas negras de sus bandas favoritas, chalecos con estoperoles, chamarras de piel; pero también se dio cita la comunidad vampírica y dark, con sus rostros maquillados y sus atuendos que recuerdan a Nosferatu, hijos perdidos de la noche, en una rica mezcla de culturas e identidades.

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Así transcurre una edición más del Hell And Heaven, que bajó los precios de sus boletos hasta los tobillos en su intento por atraer a más personas a un festival donde hay incertidumbre, pero buen rocanrol; quejas, pero conciertos memorables; descontrol pero un público metalero, para bien y para mal, leal ante toda adversidad.