MICRÓFONOS DESDE LA CÁRCEL
Mujer creía haber librado la cárcel y le llegó la voladora: Saskia Niño de Rivera da adelanto
Fue detenida cinco años después de que decidió dejar de traficar droga vía aérea desde Colombia hacia México
(Foto: Especial)
Cada lunes El Gráfico, en colaboración con Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta y creadora del podcast @penitencia_mx, tendremos un adelanto de las entrevistas que ella realiza en los diferentes centros de reclusión de nuestro país. Juana Lilia fue llamada La Reina del Sur, su detención fue cubierta por todos los medios de comunicación de nuestro país
Juana Lilia fue detenida cinco años después de que decidió dejar de traficar droga vía aérea desde Colombia hacia México, ese día estaba a punto de festejar su cumpleaños y creía ya nadie recordaba los delitos que había cometido.
Ella es una de las múltiples “Reinas del Sur” que la prensa ha creado, en su caso por encabezar, junto con su entonces pareja, un grupo de traficantes que utilizaba a mujeres para introducir heroína a nuestro país desde Sudamérica.
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Desde la cárcel, sus 49 años, Juana Lilia le cuenta a Saskia Niño de Rivera que sigue sin entender cómo pudo durante año y medio coordinar a una red de mujeres que iban y venían de Colombia con cargamentos de heroína escondida en maletas o pegados a su cuerpo.
Cuenta que todo comenzó cuando trabajaba como edecán en una agencia de mercadotecnia y publicidad. “Trabajábamos en eventos de muchas marcas, empresas. Empecé a trabajar desde los 16 años ahí… y ahí fue donde conocí a unas chicas que traían droga desde Colombia. Me dijeron que era fácil, que pagaban bien, y pues se me hizo fácil”, contó a Saskia Niño de Rivera durante el podcast Penitencia.
Según menciona Juana Lilia no fueron más de tres los viajes que ella realizó para traer droga (dos México-Cali-México y uno a Isla San Andrés), pero le bastaron para que supiera cómo operaba la red criminal, en complicidad con algunos funcionarios de los aeropuertos internacionales.
“Estas chicas te citan, compras los boletos con ellas, tomas el vuelo, llegas al hotel, por ejemplo, en Cali, y ahí pasabas unos días, una semana, te iban a visitar, te llevan la maleta, te dan dinero para gastar, para conocer el lugar”, comenta.
Esta forma de traficar droga obligaba a las mujeres a conocer “como turistas” los lugares a los que llegaban para recoger los estupefacientes; esto, explica Juana Lilia, para que en caso de ser interrogadas por los agentes de migración cuando regresaban con sus maletas repletas de heroína a México, las chicas pasaran como simples vacacionistas que buscaban conocer nuevos destinos.
“Ellos pagaban la salida. Decían que tenían arreglada la salida. Fui tres veces. Dos a Cali y una a Isla San Andrés. Traje droga en la maleta” reconoce. Pero esos tres viajes sólo fueron el inicio; a partir de ahí sus socios le pidieron que reclutara a otras mujeres. Así, de ser utilizada para trasladar la droga, ella comenzó a “contratar” a mujeres jóvenes para que hicieran el trabajo, mientras que la responsabilidad de comprar boletos, tramitar pasaportes y cuidar todos “los preparativos” de los viajes para mandar a mujeres recaía sobre ella.
Así, envío a Colombia al menos a 20 personas, sin saber bien a bien la cantidad de droga que ingresaron al país. De todos los viajes que coordinó solo una de las mujeres fue detectada, pero eso la arrastró a purgar una pena de 33 años por introducir heroína al país.
“Yo supe que lo que nos mandaban era heroína hasta que, viviendo en Pachuca con mi exesposo, supimos por López Dóriga que habían agarrado a una chava que trabajaba con nosotros”, le cuenta Lili a Saskia en el más reciente episodio de su pódcast Penitencia, disponible a partir de este martes 12 de marzo en todas las plataformas de audio bajo demanda.
“La chica es aprehendida por la AFI y ella da nuestros nombres, el mío y el de mi esposo, y es ahí cuando empiezan a investigarnos” dice. Meses antes de esa detención Juana Lilia y su exesposo decidieron dejar de traficar, porque recién habían pasado las elecciones presidenciales en Colombia y sus contactos les dijeron que con el cambio de administración deberían hacer una pausa.
Sin dinero producto del tráfico de drogas, la relación de Juana Lilia con su pareja se vino abajo y vino la separación. Ella trató de rehacer su vida en el norte del país, se mudó a Tijuana, en busca de una vida tranquila, que comenzó a tomar forma cuando halló un trabajo como cajera en una casa de cambio, cerca de la playa, disfrutando de la vida en Baja California.
(Fotos: Especiales)
Pero, aunque se tardaron cinco años en encontrarla, las autoridades lograron dar con ella. El día de su detención Juana Lilia esperaba a su hermana afuera del aeropuerto de Tijuana. Iban a festejar su cumpleaños. Sin embargo, la única sorpresa que recibió fue su aprehensión.
“Desde el aeropuerto de la CDMX los agentes de la AFI siguieron a mi hermana vestidos de civil. Fingieron que habían dañado su maleta para identificarla y seguirla hasta Tijuana”, cuenta con resignación Lili.
“Ya en Tijuana, cuando la fui a recoger al aeropuerto, los AFI rodearon mi coche y me hicieron bajar. Me mostraron una orden de presentación de la SIEDO. No opuse resistencia. Ya sabía de lo que se trataba, pero sí me sorprendió porque llevaba cinco años de ya no hacer nada malo”, le confiesa Lili a Saskia.
A partir de ahí, el viaje por penales y torturas parecía no terminar: inició en el penal. Tres años después fue trasladada al penal de Mexicali, de ahí a las Islas Marías, al ahora extinto Centro Federal Femenil de Nayarit y de nuevo a prisión, su “casa” hasta ahora.
Desde que está en reclusión ha seguido las reglas, se ha portado bien, se entregó a Cristo y gracias a su fe ahora tiene un nuevo esposo que la espera en casa. “A pesar de que vengo de una familia humilde, a la vieja usanza, un momento de debilidad me cambió la vida al meterme en esto.
- ¿Te arrepientes?
- Por lo que hice, sí, claro, pero por fortuna mi familia siempre ha estado conmigo.
“Durante muchos años, la “inocencia” de las mujeres, el deseo de salir de sus colonias, de sus pueblos, puso de moda el traslado internacional de droga en maletas, aprovechando que la seguridad de los aeropuertos no era tan buena como ahora”, dice Saskia Niño de Rivera.
Lili conoció esa manera ‘fácil’ de hacer dinero y eso la llevó a “convertirse en líder de una operación” internacional. Su salida, su libertad, podría estar a la vuelta de la esquina.
“Con los años”, cuenta Saskia en el nuevo episodio de Penitencia, “Lili decidió alejarse de esa vida; pero era muy tarde: detrás de ella había una orden de aprehensión y un apodo que la acompañaría: La Reina del Sur”.
No te pierdas este nuevo episodio de Penintencia, un pódcast de Saskia Niño de Rivera, este martes 12 de marzo en todas las plataformas de audio.