RELATOS PICANTES
El picante itinerario de Lulú Petite en Cancún: De día es turista y de noche, amante
(Foto: Especial)
Querido diario: Me levanté temprano. Es un hotel caro y todo está incluido. Desayuné en el restaurante con vista al mar y me puse a leer un libro robado a un amigo.
Es de Marguerite Duras. Trata sobre una adolescente francesa que vive en Indochina de principios del siglo pasado y se hace amante de un chino adinerado. Puf: Leer esa novela me excitó. Es breve, pero juega con un erotismo tan intenso y explícito, que realmente entusiasma. Creo que hay película.
Vine a Cancún con un cliente, del cual conté en mi colaboración del martes. La paso bien, pero me trae de polizón. Él viene de trabajo y la gente de su oficina no debe saber que vino a la playa conmigo, así que paso desapercibida.
En el día, soy una turista solitaria. En la noche, soy su amante. Me recosté en un camastro de la alberca y vi a una familia de turistas. Una joven pareja oriental, con dos hijos.
Ella era bonita, como esas cantantes de k-pop que están de moda. Él, un tipo varonil, de pecho lampiño, músculos apretados, sonrisa amable y ojos rasgados y profundos.
No pude evitar imaginar, mientras leía mi libro, a ese vato como el protagonista de la historia de lujuria de la muchacha francesa y el chino billetudo.
Terminé la novela al caer la noche y, desde luego, lo que más quería era que llegara mi ‘sugar daddy’ a cogerme. Lo recibí con un beso. No dejé que encendiera la luz. El calor de la noche y los ruidos de la playa ayudaban a recrear la atmósfera del Vietnam colonial de la novela. Sus besos, con sabor a sal y cansancio. Su olor a perfume caro, a oro, a suficiencia.
Me abracé a su cuello. Lo desnudé entre besos y puse mis pezones en su boca. Acaricié su sexo enorme y duro, poblado de venas y lo masturbé como descubriendo el placer del sexo.
Hicimos el amor despacio, apasionadamente, toda la noche, sin tregua. Mañana volamos de regreso. Esta noche sólo nos pertenece a nosotros tres: Él, yo y mi imaginación.
Hasta el martes, Lulú Petite