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Acto de Lulú Petite “daño” el aire acondicionado de un motel ¿pues qué hizo?

Querido diario: La habitación, a diferencia del resto de la ciudad, estaba fresca...

Acto de Lulú Petite “daño” el aire acondicionado de un motel ¿pues qué hizo?

(Foto: Staff El Gráfico)

Sexo 04/06/2024 14:06 Lulú Petite Actualizada 14:07
 

Querido diario: La habitación, a diferencia del resto de la ciudad, estaba fresca. El aire acondicionado estaba a temperatura perfecta.

Odio cuando ponen el cuarto como congelador y es como pasar de pronto del comal a la hielera. Con esos cambios bruscos, hasta puede una enfermarse.

Él, en cambio, tenía el clima perfectamente calibrado a una temperatura fresca y agradable. Me recibió con un beso y, amablemente, me llevó a la cama de la mano.

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Nos desnudamos sin prisa, pero con ganas. Él me tocaba y miraba mi cuerpo como buscando descubrir en cada curva, en cada milímetro de piel, un camino por andar o una tierra que conquistar.

Nos tumbamos desnudos en la cama. Yo, boca arriba, con los brazos abiertos. Él, a un lado mío, tocándome la cadera y besándome el vientre. Lamiendo mi ombligo, tocando mi vulva, separando mis piernas.

Mientras más me tocaba y más hurgaba con sus manos por mis recovecos, más se agitaba él y más caliente me ponía yo. Él levantó mi pierna, se acomodó entre mis muslos y, como si comer coño hubiera sido su vocación de toda la vida, devoró y lengüeteó mi entrepierna de una manera que me tenía contorsionándome de placer.

Metí los dedos en el cabello de su nuca y apreté con fuerza. Me vine en su boca pegando de gritos gracias a un orgasmo descomunal.

Después me hizo el amor competentemente, pero nada iba a superar lo que me hizo con sus labios. Estábamos en la cama disfrutando la paz después del sexo, cuando vi que el aire acondicionado goteaba y se lo comenté.

—Deben gastar una fortuna en mantenimiento de aires los moteles en estas temporadas de calor —me dijo con seguridad. Es normal que, al usarlos mucho, los aires se descompongan.

Dirán lo que sea. Quizá venga un técnico y lo repare, pero yo sé, muy para mí, que la neta, el aire goteaba porque nos vio y también se puso cachondo. ¿Quién no se moja, con un orgasmo como ese?

Hasta el jueves, Lulú Petite.

 

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