La polémica ruptura entre Gabriel Soto e Irina Baeva aún tiene mucho por contar y ahora se exhibió el comportamiento tóxico de la celebridad rusa, quien no la dejó tan bien vista ante el público, primero por un mensaje subliminal que dio en una entrevista y además por ‘vigilar’ a su ex.

Mientras Soto, en una de sus últimas acciones desmintió unas supuestas fotos de boda que llevó a cabo con Baeva, al señalar que solo eran un pictorial sin sustento legal de matrimonio, fue el canal en Youtube de Kadri Paparazzi quienes expusieron las imágenes donde se ve a la europea en una actitud sospechosa.

De entrada, los investigadores hicieron un seguimiento de las actividades de la protagonista de ‘Aventurera’, quien tenía una fecha de actividad normal, con una reunión con su mánager, donde, refieren, analizaron la publicación que hizo una revista sobre lo dicho por Irina.

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Ella se trasladó a algunos otros puntos en su vehículo, sin guardaespaldas y sin camioneta blindada, como constató el canal en internet, desmintiendo los rumores de la extrema seguridad con la que cuenta la actriz.

Pero lo que sí fue extraño para los paparazzis fue, en un momento ella se postró afuera de la casa de su exprometido, donde alguna vez fue el nido de amor de la pareja.

“Qué estaba haciendo ahí en la casa en la que vivió durante muchos años con Gabriel Soto. Ella estuvo ahí afuera dos horas parada (estacionada) y su vehículo la puso dirigida (la vista) hacia allá, quería ver algo, no sé si su nivel tóxica ya la llevó a estar a las afueras de la casa para cacharlo en algo (con Cecilia Galliano”, indicaron ‘El Chacal’ y ‘Lobo’, conductores del canal.

¿Fue un mensaje subliminal?

Al conocerse parte de la charla que Irina Baeva tuvo con la revista Hola! en su edición mexicana, varios comunicadores analizan que la rusa está dejando varios mensajes subliminales para jugar con la mente de quien fuera su pareja, Gabriel Soto, tal y como lo hizo la rusa en su momento con Geraldine Bazán.

(Fotos: Instagram)

En esta ocasión las señales irían hacia el actor, ya que para la charla con el medio al parecer utilizó el saco que alguna vez llevó puesto el histrión. “Eres mío y no me voy”, sería el mensaje que sugiere un periodista.

El lenguaje no verbal también refiere que Irina Baeva no es una persona mala, sino que está muy lastimada y al parecer no está dispuesta a decirle adiós a Gabriel Soto.