Caracas.– Mientras la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió ayer para discutir sobre la transparencia de los resultados de las elecciones en Venezuela, Nicolás Maduro mantuvo sus amenazas a la oposición y ligó a la temida banda del Tren de Aragua con las protestas tras su polémica reelección.

En Caracas, Maduro ofreció entregar el 100% de las actas, pero insistió en sus acusaciones contra González Urrutia y la lideresa opositora María Corina Machado, de estar detrás de acciones “criminales” y dijo que “deben estar tras las rejas”. Ante periodistas en la sede del Tribunal Supremo, Maduro afirmó que “muy pronto se van a enterar, porque Dios está con nosotros y las pruebas ya aparecieron”. 

Por su parte, Centro Carter cuestionó ayer la independencia del análisis que pueda presentar el Supremo, por su cercanía a Maduro.

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El presidente venezolano elevó el tono de las denuncias sobre las protestas. Primero, aseguró que el Niño Guerrero, líder de la temida banda criminal Tren de Aragua, está detrás de las protestas contra la reelección de Maduro.

“El famoso Niño Guerrero está en el sur de Caracas dirigiendo las operaciones, ahorita se está moviendo, está tratando de huir para Colombia”, señaló el mandatario.

Las protestas en rechazo a la detención de Maduro han dejado un saldo de al menos 20 muertos, de acuerdo con cifras de Human Rights Watch, y más de mil detenidos, de acuerdo con el fiscal general, Tarek William.La oposición venezolana asegura que en las actas que tiene en su poder, 84% del total, se ve una mayoría de votos a favor de su candidato Edmundo González.

A su vez, miles de chavistas se movilizaron ayer en Caracas para expresar su apoyo a Maduro, y en contra de los supuestos “intentos desestabilizadores” de la oposición. 

Foto: (AFP)

SIN RESOLUCIÓN

La propuesta de borrador de la OEA, que exige publicar las actas al gobierno de Venezuela sobre las elecciones del domingo, obtuvo 17 votos a favor, cero en contra y 11 abstenciones. Entre los que se abstuvieron destacan Colombia y Brasil, que pedían la verificación internacional.

México optó por no asistir a la reunión. El presidente López Obrador argumentó que “no estamos de acuerdo con la actitud de la OEA; antes de conocer resultados, el director de la OEA, [Luis Almagro], ya había reconocido a uno de los candidatos, sin pruebas. Entonces, para qué vamos a una reunión así”. Señaló que “la actitud de la OEA no es seria y no ayuda a buscar una salida pacífica y democrática” a este caso.