En pleno 2024 nadie duda de los efectos nocivos de fumar, de estar detrás de cáncer de pulmón o boca. Pero no pasa lo mismo con el alcohol.

Un traguito o dos, que se consideran un consumo “moderado” en las guías alimentarias de los Centros para la Prevención y Control de las Enfermedades de Estados Unidos, los célebres CDC, no alertan ni al más espantado.

Sin embargo, después de décadas de estudios, ahora se sabe que los efectos del alcohol se dan desde el primer sorbo ni tienen implicaciones gravísimas en lo social y lo económico, como la violencia contra las mujeres o los niños y niñas, los accidentes automovilísticos y las discapacidades, e incluso la muerte y los gastos del Estado para responder a todo esto.

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Las consecuencias sociales, como violencia, vandalismo, criminalidad y pérdida de productividad, ocasionan pérdidas anuales por, al menos, 2.6% del PIB en países tanto de ingresos medios como altos, porcentaje que incluye los costos por gasto en salud, justicia e improductividad, y que para México equivaldría a 700 mil millones de pesos, según un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria con sede en la Ciudad de México.

Ante este nivel de daño, organizaciones de la sociedad civil han conformado, desde marzo de este año, la Red de Acción sobre Alcohol que, entre otras cosas, busca visibilizar las consecuencias de que las bebidas alcohólicas sean baratas y estén disponibles casi en cualquier esquina en los anaqueles y refrigeradores de las tiendas de conveniencia.

“El consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para la salud de la población a nivel mundial. En México urge una política nacional sobre alcohol que permita el fortalecimiento y seguimiento de políticas públicas de restricción de la disponibilidad física del alcohol”, dice el documento de presentación de la red, que se dio esta mañana en la capital del país.

Esa política nacional, que las organizaciones miembros de la RASA esperan sean valoradas por Claudia Sheinbaum y su nuevo secretario de Salud, inician con el establecimiento de políticas que limiten aún más el horario de venta de alcohol para establecimientos, tanto para consumo dentro y fuera de las instalaciones, así como leyes que especifiquen los límites de distancia entre puntos de venta, distanciando uno de otro, políticas que regulen el otorgamiento de licencias para la venta de alcohol, e impulsar impuestos especiales para las bebidas que reduzcan y prevengan los daños relacionados con su consumo, y financie a los servicios públicos de salud y tratamiento.

“Los daños sociales del consumo de alcohol son altísimos: la evidencia muestra que aumenta el riesgo de vivir violencia infantil en las casas o contra las mujeres”, dijo en la presentación de la red Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, una de las organizaciones que forman parte de RASA.

“Sabemos”, continuó durante su participación, “que en 54% de las llamadas de auxilio de mujeres en Tamaulipas se menciona que sus agresores han consumido alcohol”.

Según sus hallazgos, hechos a través de una encuesta nacional realizada a mil personas vía telefónica, 97% está preocupada por la violencia contra la mujer atribuible al consumo de alcohol, y 98 considera al consumo de alcohol como un problema en general, 88% lo percibe además como algo fácil de conseguir y 60% como algo relativamente barato.

EL ALCOHOL DAÑA A QUIEN MÁS AMAS

En México, gracias al consumo de alcohol:

- Se detona la violencia

- 2.6 millones de personas mueren al año por cuestiones atribuibles al alcohol, la mayoría son hombres

- Está asociados a 200 causas de problemas de salud

- Es uno de los factores de mayor riesgo para enfermedades no transmisibles, responsables de 7 de cada 10 muertes en el mundo

- Según el Instituto Nacional de Salud Pública, al año mueren 40,000 personas por el alcohol

- 40% de los que consumen alcohol lo hacen de manera excesiva

- 14% de los adolescentes tienen patrones de consumo excesivo de alcohol

“Existe evidencia que relaciona al alcohol con comportamientos y conductas agresivas. De hecho, cuando se consume alcohol hay más violencia y es más cruenta”, comentó en la reunión con medios Benjamín González, gerente de Comunicación de la organización civil Vital Strategies, parte de la iniciativa, cuya primera campaña se llama “El alcohol daña a quien más amas”.