CJNG LOS RECLUTA A LA FUERZA
Exmilitares Colombianos en las Filas del CJNG: Reclutamiento, Engaños y Peligros
Exmilitares son enganchados con una oferta en redes sociales para trabajar como escoltas en México
(Foto: Carlos Arrieta)
Smith, David, Luis Miguel, Jairo Alonso y John Fredy son exmilitares colombianos.
Todos encontraron en redes sociales ofertas de trabajo bien remunerado en México, donde supuestamente trabajarían como escoltas y guardias de seguridad.
La paga sería de 10 millones de pesos colombianos al mes, unos 46 mil pesos mexicanos, y además les cubrirían el transporte aéreo desde Colombia y hospedaje.
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Unos llegaron a México en vuelos privados, otros en aviones comerciales. Todos entraron por Quintana Roo y luego siguieron a Guadalajara, donde los llevaron por tierra hasta “la casa de los sicarios”, un rancho ubicado en la cabecera municipal de Tuxpan, Jalisco, donde les dieron la bienvenida al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“En ese lugar había unas trocas, como dicen aquí en México, y personas armadas. Nos reunieron a los ocho que habíamos llegado en el jet privado y nos dijeron que ya éramos parte del Cartel Jalisco Nueva Generación”, relata David.
Cuentan que en las filas del CJNG hay decenas de exmilitares colombianos y muchos buscan la manera de huir, por lo que los sicarios han sembrado minas alrededor de los cuarteles para que no escapen. Aun así, ellos lograron evadirse y ahora esperan poder regresar a Colombia.
David revela que el objetivo de esa organización criminal es formar un ejército de al menos 300 exmilitares o guerrilleros colombianos, por su especialidad y experiencia en el uso de armamento, para pelear en los municipios de Jalisco y Michoacán.
“Están reclutando militares y guerrilleros de las FARC que están en el proceso de paz colombiano, lo cual es un peligro para la seguridad nacional de México”, aseguró uno de los sudamericanos.
SE LA JUGÓ
Smith recuerda que, a los tres días de estar en la sierra de una localidad conocida como Las Mesas, le tocó su primer enfrentamiento y su primer orden de asesinar a un hombre.
“El señor se puso a llorar con el papá y le dije que se escondieran; yo regresé a donde estaba el comandante y le dije que ya no estaban”. Esa desobediencia casi le cuesta la vida a Smith, pero para su fortuna logró escapar.
“Se nos hizo sospechoso y raro, porque para seguridad privada un escolta no necesita un fusil, y nos entregaron un chaleco que decía CJNG”, mencionó Smith, Exmilitar colombiano.