En un instante, un deslumbramiento puede alterar la visión, ya que se produce en diferentes situaciones y con distintas repercusiones para nuestros ojos, nos cuenta el oftalmólogo-retinólogo Rafael Bueno García.
Esto se da en el momento en que la intensidad de la luz es tan extrema que reduce el contraste de la imagen retinal y bloquea la visión más allá del momento de exposición.
El especialista señala que la situación más intensa de deslumbramiento es la que ciega temporalmente, por una luz reflejada en las superficies brillantes como agua, arena o nieve.
Riesgos de la luz
Las luces del amanecer o el atardecer pueden provocar distracción y desorientación, que llegan a ser graves. Asimismo, se produce cuando se pasa de un ambiente a otro con condiciones de iluminación diferentes, lo que genera incomodidades y fatiga ocular.
La tensión ocular, e incluso la ceguera temporal, son algunas de los probables daños que pueden sufrir los ojos a causa del deslumbramiento. “Nadie está exento de padecer este fenómeno visual, producto del exceso de luz que recibe el ojo y que la retina no es capaz de tolerar”, según el experto.
Este problema de salud pública, dice, podría ser reducido con el uso oportuno de una adecuada protección para los ojos, tal es el caso de las lentes graduadas fotosensibles y polarizadas de alta calidad fabricadas por Transitions.
Luces a lo lejos
El deslumbramiento afecta más a personas con problemas de la visión no corregidos: astigmatismo, miopía, hipermetropía, o que no han tenido un tratamiento adecuado.
El especialista afirma que otros individuos en riesgo son los ancianos por la pérdida de la agudeza visual, trabajadores en lugares con deficiente o escasa iluminación, quienes tienen patologías corneales o los que han sufrido cirugías refractivas.
Este asunto puede ser fatal para los viandantes o detrás del volante, pues más de 80% de la información es recibida a través de los ojos.
Un estudio realizado en España en 2011 entre 2 mil 500 conductores concluyó que 1 de cada 4 sufrieron riesgo de accidente por deslumbramiento; 85%, como resultado de la luz solar.
Otra encuesta de 2013 indica que en Japón la mayoría de los choques ocurrían al atardecer y durante el otoño porque el sol está a un nivel más bajo y pega directamente a la cara.
“El deslumbramiento al volante resulta incómodo y hasta peligroso para el conductor y los peatones. De ahí la necesidad de tomar medidas de protección visual. La clave está en el uso diario de lentes que se adapten a las diferentes condiciones de iluminación, regulen la cantidad de luz que ingresa a los ojos y filtren 100% los rayos ultravioleta (UV)”, agrega el doctor Bueno García.
El deslumbramiento se puede aminorar con el uso correcto de lentes fotosensibles o polarizados que cumplan con estándares de calidad.