Abuelito fallece al resbalar de un balcón

Antes de morir, Francisco Javier se asoleaba en una ventana del tercer piso de su casa. Él tenía 84 años y al asomarse de más, resbaló a una altura de unos 10 metros.

Ayer al mediodía, el ahombre subió al último piso de su vivienda, en la colonia Roma Norte, para tomar el sol. Parado frente a la ventana, el anciano se asomó hacia la calle. Un pequeño barandal no alcanzó a protegerlo y tampoco evitó que el hombre cayera.

Carla, una testigo del accidente, lo vio caer. Ella se encontraba frente a la casa del anciano, ubicada en el número 3 de la calle Pomona.

Fue el sonido del cuerpo de Francisco Javier al caer, lo que alertó a la testigo. Y es que él primero pegó contra el cableado de la calle. Tras derribarlo, el hombre cayó en la banqueta.

A pesar de la altura y la magnitud del golpe, el hombre no sangraba. Al no ver sangre, la mujer pensó que Francisco Javier se había desmayado.

Por eso, ella llamó a la puerta del domicilio para alertar a quienes se encontraban dentro.

Al responder al llamado, su compañero de vivienda se percató de que Francisco Javier yacía en la acera y ya no respondía. Y es que, según su declaración, él se encontraba en el segundo piso de la casa cuando ocurrió el percance. Fue hasta abrir la puerta cuando se percató de que su compañero había caído.