La historia de Cleotilde Lourdes Sánchez Moral, quien actualmente tiene 57 años, es parecida a la de otras mujeres que en algún punto de sus vidas se enfermaron de esquizofrenia. Cleotilde comenzó a sufrir el trastorno justo después de dar a luz a su hijo, cuando tenía entre 25 y 26 años. Desde entonces tuvo que depender de nuevo de sus padres. La mayor parte del tiempo, sin embargo, se encontraba lúcida; aunque en ocasiones se desorientaba.
Ya se había extraviado en una ocasión. Aquella vez caminó desde el sur de la ciudad de México, en las faldas del Ajusco, y fue localizada dos semanas después, por Otumba, Estado de México. El dato es relevante, para comprender cuánta distancia puede llegar a recorrer una persona en estas condiciones.
Aquella vez fue localizada rápidamente. Pero no ha corrido la misma suerte en el segundo extravío. Aquel miércoles, 23 de mayo de 2012 —hace más de tres años—, explica Ana Lilia Gaspar García , nuera de Cleotilde, salió al mediodía de la casa de sus padres, en la colonia Mirador del Valle, donde comienza la carretera vieja hacia Cuernavaca, delegación Tlalpan. Solía ir a la tienda y regresar. Pero aquella ocasión no volvió.
Desde entonces se ignora su paradero.
La familia interpuso las denuncias desde el inicio, pero las autoridades se han limitado a difundir su rostro, y llamar por teléfono cada seis meses para preguntar si desean continuar con la difusión de la mujer extraviada.
Recientemente, explica, algunas personas han visto a una mujer parecida en Guerrero, pero falta confirmar esta información.
CAMINANTES. Que una persona con algún padecimiento siquiátrico recorra grandes distancias durante una crisis es algo frecuente. Sin embargo, en muchas ocasiones estos casos pueden resolverse con la colaboración de las personas.
Por ejemplo, el pasado 13 de agosto, Daniela , de 29 años, salió de su casa en Coyoacán. Eran aproximadamente las 4:30 de la tarde, la joven tomó un poco de dinero y se fue.
Al principio, la familia esperaba que apareciera en lugares ya conocidos por ella: La tiendita cercana a casa, o un café al que solía ir cuando su familia vivía cerca del centro de Coyoacán. Pero no ocurrió así. La joven fue localizada tras 75 días, en la comunidad de Amacuzac, Morelos, después de que una joven la reconociera. Había sido robada y atacada por un perro.
Tras localizarla, María Isabel Castellanos , madre de Daniela, escribió en su cuenta de Facebook: “Existe un vacío en la Ley de Víctimas donde no se considera a las personas con discapacidad mental”.
“Una hipótesis es el extravío en cuyo caso pueden encontrarse angustiados, confusos y seguramente pedirán ayuda; en otro caso no se sienten amenazados por el exterior y caminan buscando regresar solos; o como el caso de mi hija, quien intentó regresar a casa pero sin tener dinero intentó hacerlo caminando por la carretera y allí se extravió al no tener señalización”.
“Es muy importante que la ley de víctimas contemple la desaparición por enfermedad mental, pues, como el extravío no constituye delito, luego entonces no se investiga ”.
María Isabel Castellanos agregó algo más: “En este caminar te percatas de que la Ley General de Víctimas debe contemplar licencia con sueldo en el caso de las familias monoparentales, para que las madres o padres tengan el tiempo de buscar a sus hijos.
Muchas mujeres o la mayoría, perdieron su trabajo por buscar a sus hijos. Seguramente estuvieron en la disyuntiva entre el trabajo y la vida de sus familiares”.
Hasta la fecha, Daniela se sigue recuperando de sus lesiones.