Uno de estos documentos del apartado de Mulder describe el avistamiento de una olla voladora de 15 metros de diámetro, el 23 de agosto de 1952 en Alemania, por el ex alcalde de Gleimershausen, Oscar Linke, quien se encontraba junto a su hija de 11 años.
Se trató de un objeto con forma de disco que tenía a su alrededor una doble fila de ventanas rectangulares y en su zona centro, una torreta cilíndrica negra de unos 2.7 metros.
Los testigos se dieron cuenta que a unos metros de ese Ovni habían descendido dos humanoides que vestían ropas metálicas brillantes que observaban algo en especial en el suelo e, incluso, se afirma que vieron que a uno de ellos le brillaba la zona de pecho.
Al momento que esos seres se dieron cuenta de la presencia humana se subieron a su nave y se fueron. Este documento desclasificado por la CIA informó que diversos vecinos lo habían visto y que minutos más tarde, habían notado cómo ese objeto se había elevado en una posición horizontal y se había dirigido hacía la ciudad vecina de Stockheim.
Entre los documentos para la agente Scully se encuentran reportes científicos donde se analizaba el tema de los discos voladores en la década de los 40 y 50, informaciones que eran directamente para los altos mandos estadounidenses.
Esta actitud de la CIA no es normal, ya ellos durante décadas han trabajado en bajo perfil y rehúyen a los medios de comunicación cuando se les cuestiona sobre los no identificados, pero en esta ocasión se involucraron con la campaña publicitaria que se hizo de los X-Files, dando como resultado que los medios a nivel mundial hicieran mención de este hecho.
Debe de quedar claro que no se trató de una nueva desclasificación de documentos sobre el tema Ovni, sino una selección de 10 casos que ya eran públicos desde 1978.
En estos documentos se deja en claro el seguimiento que le dieron diversas instancias del gobierno estadounidense a los avistamientos, así como a los aterrizajes Ovni reportados en España, Francia, Alemania, Grecia, Marruecos y Chile durante las décadas de los 40, 50 y 60, todo a través de su representación diplomática en cada país.
No debemos de perder de vista el contexto histórico. Estados Unidos estaba en la Guerra Fría con la entonces Unión Soviética, y ellos deseaban saber hasta qué punto las historias de Ovnis podrían tratarse de tecnología que estuviera experimentando el bloque soviético, la cuestión extraterrestre realmente pasó a un segundo término, el objetivo como ha quedado demostrado con los documentos desclasificados fue qué tanto estos incidentes ponían en riesgo la seguridad nacional norteamericana. La CIA compartió el 25 de enero en su cuenta de Twitter consejos para investigar a los “platos voladores” entre los que destacan:
1.- Establecer un grupo de investigación y evaluar los avistamientos.
2.- Crear un sistema de reporte para organizarlos.
3.- Desarrollar metodología para identificar aeronaves comunes y otros fenómenos aéreos con frecuencia confundidos con Ovnis.