Sexo sobre ruedas
Posiciones para tener sexo en el carro
Te recomendamos algunas posiciones para echar pasión a cien kilómetros por hora
(Foto: Archivo El Gráfico)
El automóvil es uno de los lugares favoritos —desde hace decenas de años— que las parejas han encontrado para hacer el amor.
En muchos países éste es considerado una extensión del domicilio y no pocos han hecho el amor en esa “parte rodante” de su casa.
El sexo en el carro es una manera de tener intimidad en la vía pública y no es para todos; se requiere de un poco de exhibicionismo y gusto por la adrenalina y contorsionismo, ya que hay que aprender a acomodarse en espacios muy reducidos.
Cuando se tienen relaciones sexuales en auto hay que aplicar la regla básica de las posturas que dice: “Mientras el centro embone, los extremos salen sobrando” y es que no es fácil acomodarse para el coito.
En el auto hay posturas para todas las prácticas sexuales, ya sea coito vaginal o anal, felación o cunnilingus, el asunto es que no son muchas y depende del tamaño de la pareja y su flexibilidad corporal poder tener más opciones.
LA LEY Y EL ORDEN
Si te avientas a hacerlo en el auto, debes considerar que en la ley de Cultura Cívica del DF no existen ya las conocidas como “faltas a la moral”, ahora se llaman faltas administrativas y sólo aplican si una persona se siente agraviada a causa de tu conducta. En caso de ser así, puede denunciarlo a las autoridades y la policía tiene facultad de llevar a ambas partes ante el juez cívico, donde podrías tener una multa de uno a diez salarios mínimos. Pero los agentes no pueden detenerte si te descubren teniendo sexo en la calle o en el auto.
Molino de viento
No es tan complicado como parece. Ambos se sientan uno junto al otro, girando su cuerpo para que puedan mirarse fijamente; ella rodea con sus piernas el torso de él. Para no perder el equilibrio, apoya sus manos en el asiento, justo detrás de ella. Entonces, él también abraza con sus piernas la cintura de la chica, sujeta sus piernas y se mueve suavemente hacia arriba y hacia abajo.
Actitud flexible
Ella se acuesta boca arriba sobre el asiento, encogiendo las rodillas hacia sí misma y estirando los pies. Él se coloca de rodillas y la penetra, apoyando una mano en el muslo de ella y la otra en el asiento, para no perder el equilibrio. En esta postura ella puede acariciar los testículos, las ingles o el perineo del hombre.
Pierna arriba
La mujer, boca arriba, pone una pierna en el hombro de su pareja. Él se queda de rodillas en el asiento frente a ella, sujetando con una mano, una pierna, y con la otra mano, la parte superior del muslo. Con sus manos libres, ella puede estimularse los pechos o acariciar el pene.
Nota X
Él se recuesta en el asiento con las piernas un poco abiertas. Ella se sienta encima dándole la espalda y estira las piernas hacia atrás en dirección a los hombros de él. El tronco se va hacia adelante entre las piernas de él, donde se puede apoyar sin problema. Para más comodidad, se puede agarrar a los pies del chico. Ella es quien lleva el ritmo.
El mono
No es apta para gente con poca agilidad. Aquí el hombre está boca arriba y dobla las rodillas hacia su pecho. Ella se sienta de espaldas a él apoyando su espalda contra sus pies. Cuanto más peso apoye en las piernas del chico, más fácil será para su pareja. Es una postura rara y diferente, pero intensa, que necesitará un poco de fuerza para mantener el equilibro; agarrados de las manos todo será más fácil.
La cruz
Para estirarse completamente, puedes abrir la puerta que da a los pies de la mujer. Ella se pone boca arriba con una pierna estirada y con la otra doblada. Él se sienta sobre ella a horcajadas y sitúa su rodilla bajo el muslo de la pierna doblda. Apoya las manos detrás de su espalda. Ella puede colocar una mano sobre la cadera de él y marcar el ritmo o dejar que él tome el control.
Tortilla francesa
El hombre necesita tener cierta habilidad en esta postura. Se debe colocar sentado, apoyándose con mano derecha y con las piernas estiradas. Ella, de espaldas a él y a horcajadas, arrodillada y apoyada en sus brazos. Aunque ella también podría llevar el ritmo del movimiento, la opción más cómoda es que sea él quien suba y baje el trasero para conseguir penetrarla.