Es momento de poner atención a la salud y en especial a la batalla contra la diabetes, pues esta enfermedad ha sido declarada emergencia sanitaria.
México sufre un aumento de muertes por esta enfermedad, pasaron de 14 mil 500, en 1980, a 98 mil 450, en 2015, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en el país hay 13.2 millones de personas que sufren diabetes.
Para no olvidar. “La diabetes es un problema de salud mundial (pandemia) y en los últimos años la tasa de incidencia ha ido en aumento…”, es una enfermedad que inicia años antes de su diagnóstico, con señales muy leves relacionados a la resistencia a la insulina (prediabetes)”, alerta Jesús Montoya Ramírez, especialista en cirugía gástrica del Hospital DioMed.
En esos momentos, explica, se produce insulina, pero su acción no la realiza adecuadamente, y afecta el metabolismo de la glucosa, señala.
Ante esta situación, recomienda mantener un peso adecuado, prestando atención a los azúcares que se consumen a diario y las grasas de origen animal en vez de saturadas, así como aumentar el consumo de agua y fibra en la dieta con frutas, verduras y vegetales, realizar actividad física y tener un control de la glucosa en la sangre mediante exámenes periódicos.
Claves del mal. El especialista indica que existe una predisposición cuando alguno de los padres o ambos tienen diabetes, pero esto no significa que se vaya a padecer la enfermedad, aunque es necesario tener una vida más sana, reduciendo las posibles causas que puedan potenciar la aparición de la diabetes.
Uno de los desencadenantes del problema diabético es la obesidad y para hacerle frente se ha empezado a implementar una cirugía que ayuda.
Es el Bypass Gástrico, con el cual se modifica el tubo digestivo, logrando disminuir las cifras de glucosa en la sangre, a través de dos mecanismos: la reducción del tamaño del estómago y la alteración en la absorción de los alimentos, dando como consecuencia modificaciones en la absorción de la glucosa, lípidos, proteínas y algunos nutrientes.
La Asociación Americana de Diabetes señala que la efectividad de este procedimiento quirúrgico clasifica como remisión parcial a quienes disminuyen la dosis de medicamentos y remisión completa a aquellos pacientes que dejan de tomar medicamentos.
Se trata de remisión, no curación, es decir, el paciente consume medicamentos, pero debe continuar cuidándose como diabético.