Hay posturas sexuales para todo, para el coito vaginal, el anal, el oral, para sentir que se lleva el control, para dejarse llevar, o como el 42, (ya que la forma que adoptan lo cuerpos simula este número) para sentirse el rey del mundo o hasta la esclava perfecta.
Esta postura es una forma de dar placer en la felación, donde la única ganancia para quien da la estimulación es hacer llegar al orgasmo a su pareja, quien claro está, debe estar dispuesto a dejarse llevar las caricias bucales que su pareja le prodiga sin nada más que recibir sin dar.
La colocación de los cuerpos es de lo más sencillo, él se coloca sentado en una silla, el sofá, en la orilla de la cama o donde se sienta más cómodo y relajado, inclinando ligeramente hacia delante con los codos apoyados en sus propias piernas, mientras ella se pone de rodillas en el suelo, también reclinada hacia delante y con las manos puestas en las rodillas. Lo mejor es usar un cojín para que el peso normal del cuerpo no adormezca las piernas o duelan las rodillas.
Quizá esta sea de las posturas más cómodas del repertorio sexual humano, ya que no requiere de gran esfuerzo físico, flexibilidad, aguante o equilibro. Muchos piensan que puede ser una postura un poco fría, pero el morbo de jugar solamente con los labios y la lengua hará que el otro goce al máximo.
Porque justo ese es el plus erótico del 42: él disfruta de la boca de su pareja, y sólo de la boca. Por eso, una de las cosas más importantes que debe hacer ella, es mirar hacia arriba, mientras juega con los genitales de él, porque para casi todos los hombres ver a los ojos a la mujer que tiene en la boca su pene le hace perder el control y llegar al clímax rápida e intensamente.
La variante que tiene la postura es que cuando la excitación es muy alta y el hombre no puede mantenerse sin moverse, se permite utilizar las manos. Si él está en pleno éxtasis y quiere participar, puede utilizar las manos para tocar la cabeza de su pareja (sin moverla, sólo acariciando) o bien sus costados o los senos.
Para algunas personas, el 42 es de las posturas más “egoistas” porque sólo uno recibe placer hasta que el otro llega al orgasmo, pero en realidad no es así, pues con esta postura la persona que hace la felación tiene una plena libertad de acción para practicar sin presiones, pues puede experimentar, descubrir, ensayar y desarrollar la habilidad de hacer un mejor sexo oral, pues al final es disfrutar a la persona con la que estás compartiendo el placer.