Actualmente, salen cada vez más prácticas sexuales que se vuelven moda, como el stealthing , que consiste en quitarse el condón sin consentimiento de la pareja.
El uso de los anticonceptivos es una decisión personal, en el caso de los condones es un acuerdo que la pareja mantiene no solo para evitar embarazos no deseados sino contraer enfermedades de transmisión sexual, y exponer a la pareja a estos dos sin su consentimiento es un abuso sexual.
Cierto que puede ocurrir que durante el acto sexual el preservativo se salga y quede dentro de la vagina, eso es un accidente; pero que el hombre, de manera intencional se quite el condón sin avisar a la pareja (a escondidas) para eyacular dentro de ella haciendo que las posibilidades de embarazo sean extremadamente altas y que ella no pueda replicar hasta que es demasiado tarde, es abuso y se conoce como stealthing.
Esta práctica peligrosa empezó a ganar popularidad o, al menos, comenzaron a salir a la luz muchos de esos episodios que antes quedaban en la intimidad y por ello, las organizaciones defensoras de los derechos sexuales de las mujeres consideran que debe ser tratado como una violación.
El asunto ha alcanzado tal magnitud, que ya en Estados Unidos, Alexandra Brodsky , jurista del centro Nacional de derechos de las mujeres, ha realizado todo un estudio legal al respecto con el fin de que este acto de abuso sexual deje de quedar impune ante la ley y permita castigar a quien lo practique.
En el mundo, esta tendencia sexual se hace cada vez más frecuente y se lleva a cabo tanto en heterosexuales como homosexuales, aunque en su mayoría son hombres heterosexuales quienes lo ejercen, pero en ambos casos es igual de tóxico a nivel emocional, pero solo en heterosexuales hay posibilidad del embarazo y maternidad forzada.
El stealthing no solo expone a las víctimas a embarazos y enfermedades, sino que además provoca el mismo tipo de daño emocional y físico que cualquier otro tipo de abuso o acoso sexual con violencia.
Lo peor es que hay muchos jueces que no saben que esto ocurre, y no toman medidas legales sobre aquellos que ejercen una práctica que es otra forma de ejercer la violencia sexual hacia la mujer, dañando tanto su salud física como su salud emocional y poniendo en un serio compromiso su futuro.
Según el análisis que hizo Brodsky el stealthing es común entre personas jóvenes y sexualmente activas, entre los principales y más comunes motivos están el placer físico aumentado al hacerlo sin preservativo y una satisfacción por la degradación y la dominación.
Hay que tener claro que en el sexo sí hay reglas y que toda aquella acción en la que no haya un previo consentimiento y que tenga que ver con practicas sexuales es violación y esto es algo que nadie debería olvidar, y sí deben de respetar.