en plaza de las américas
Bajan ventas por estacionamiento en comercios de Querétaro
Desde hace 10 años los clientes disminuyen y las ventas bajan, se atribuye a los elevados costos
Damián Chávez, El Gráfico
Alma Gómez
Rogelio Aguilar es locatario en Plaza de las Américas desde hace 27 años. Cuando él llegó, el estacionamiento de la plaza era gratuito y las ventas eran 50% mejor que ahora.
Desde hace 10 años los clientes disminuyen y las ventas bajan; Rogelio lo atribuye al elevado costo de estacionamiento, 15 pesos la primera hora y 5 pesos cada fracción de 30 minutos; aunque, con media hora gratis “que no sirve, ese tiempo te tardas en encontrar estacionamiento y bajar a tus niños del carro”, comenta.
Durante casi 30 años, desde su papelería, Rogelio Aguilar ha visto partir no sólo a los comerciantes que se instalaron al mismo tiempo que él, sino a nuevos pequeños y medianos empresarios que llegan a Las Américas y que tardan seis meses en retirarse del lugar porque no hay clientes.
“He visto irse a una infinidad de locatarios. Actualmente son como 350 locales, pero al mes vienen y se instalan 25 y al siguiente mes se van 26, se van más de los que llegan. Los que seguimos aquí todavía es porque hemos consentido a la clientela de alguna forma, damos descuentos, hacemos ofertas, aunque mermen nuestras ganancias. Vender menos es mejor que vender nada”, lamenta Rodrigo.
“Anteriormente un local vacío no se tardaba más de una semana en ocuparse, ahora es al revés, un local ocupado no tarda mucho en desocuparse. En esta plaza tengo 27 años, por eso sé que desde que cobraron el estacionamiento yo calculo que las ventas bajaron un 50% desde ese entonces. Está muy difícil, por eso hay que estar viendo la forma de convencer a la clientela para poder sacar lo que nos corresponde como comerciantes y pagar la renta de mi local, que es de 12 mil pesos, de entrada son 400 pesos diarios para el dueño del local y con las ventas tan bajas, imagínese”, cuenta el locatario.
Rogelio habla de la difícil situación económica que no sólo él, sino todos los locatarios atraviesan, mientras Susana Gallegos entra al local, compra cuadernos y plumones para su hijo.
Ella también atiende un negocio en la plaza, junto con su papá administra una panadería desde hace 24 años. Coincide con Rogelio en que los clientes dejaron de ser frecuentes cuando llegaron los pagos.