Hola, mis amores, hoy más que nunca quiero mandarles todas mis buenas vibras, las de mi familia, amigos y toda la gente cercana a mí. Sé que han sido días muy difíciles y nadie puede imaginarse por lo que los damnificados están pasando, pero su dolor nos duele, su pérdida nos pesa. Hoy más que nunca somos solidarios y tratamos de ponernos en sus zapatos y de hacerles llegar ayuda.
Ante tantas dudas y noticias que atiborran las redes sociales, desde Aguascalientes intentamos asegurarnos de que cada lata de atún, cada bote de leche, cada pañal, cobija, chamarra llegue hasta sus manos, cada uno está haciendo la lucha de lo que está a nuestro alcance y mucha gente se ha unido como nunca para ayudarlos a levantarse.
Me siento infinitamente agradecida con mucha gente de CDMX, Estado de México, Puebla y sus alrededores, porque ahí comenzó mi carrera, fue donde me sentí mejor acogida, más como en casa. En cada reportaje que salía mío, mucha gente de por ahí, en vez de juzgarme y actuar con doble moral, entendía que el mundo está cambiando y hasta cierto punto trataba de defenderme y ponerse en mis zapatos, ver las cosas desde mi punto de vista.
Muchos buenos amigos son de esas ciudades. Gente maravillosa que este trabajo me permitió conocer y ellos mismos me dejaron acercarme a las personas más allá de sus trabajos, a sus familias y hogares.
En Oaxaca, la gente siempre amable, mi experiencia al visitarlos fue encantadora, al trabajar y de disfrutar turisteando. Por ellos es que cada día hacemos más por apoyarlos.
Y a toda la gente que no conozco y aunque ni siquiera me he parado en su estado, por el simple hecho de ser personas, todos estamos apoyándolos, se rompieron las etiquetas, las diferencias y todos nos damos la mano por una buena causa. Moviendo escombros, comprando despensa o donando lo que está en nuestras casas. Toda ayuda cuenta.
Además de lo que ayudamos desde Aguascalientes, donde hay mucha gente involucrada, yo ayudo a difundir información para encontrar personas o avisar que están bien. Mis redes están a disposición de quien lo necesite y cualquier otra ayuda, si está en mis manos, sin duda la brindaré.
Nuestras vidas no vuelven a la normalidad hasta que las suyas también regresen, o por lo menos estén lo más acercado a la tranquilidad que tenían antes.
Mi pésame a quienes han perdido seres amados. En verdad tengo la fe de que podrán levantarse más fuertes que antes. ¡Todo México está con ustedes!
Por hoy, me despido, dejándoles mi correo para poder platicar si así lo necesitan o difundir información verdadera y de primera mano. Puedo apoyarlos desde [email protected] [email protected]
Nos leemos la próxima semana, esperando encontrar muchísimas mejores noticias, un enorme beso de agradecimiento a esas personas que son voluntarias, rescatistas, que llevan el apoyo en sus motos, bicis, autos, que están aportando con todo su esfuerzo para que ésto mejore.