pasea por el zócalo
'El Zarco' muestra cultura de Yautepec, en Morelos
Cristian intenta dar a conocer un poco de la historia del municipio
(Foto: Moisés Sánchez, El Gráfico)
Por Moisés Sánchez
En Yautepec
Al menos una vez por semana, El Zarco, legendario bandolero creado por Ignacio Manuel Altamirano en 1901, se vuelve real y recorre las bulliciosas calles del centro de Yautepec. Su atuendo de chinaco capta las miradas extrañas de la gente; para unos cuantos es un ícono, pero para bastantes es un simple desconocido.
Cristian González Ortiz, un artista de 27 años, tomó hace varios años el hacer cultura donde nació se volvió un compromiso imperioso. Comenzó a disfrazarse de El Zarco por la mística e historia que lo rodea.
“Mi trabajo en lo escénico es para contribuir de dónde soy, para contar las historias que nadie cuenta o que aparentemente a nadie interesan, porque al final no se puede amar lo que no se conoce. Las personas no pueden hablar de lo mucho que les enorgullece su lugar su sitio si no lo conocen realmente”, afirma.
Cristian comparte con El Zarco no sólo el vestuario, sino también el color claro de los ojos. Con una pistola sin munición enfundada a la cintura, afirma que la novela de “El Zarco” es la única narración que dignifica cómo era Yautepec en tiempos revolucionarios, razón por la que considera es importante perpetuar ese recuerdo.
“El zarco es la piedra angular en la cultura, es un pretexto emotivo para retomar ese recuerdo de lo que era Yautepec y que es lo que vamos a hacer para que ese recuerdo no se pierda”, dice, a lado de la estatua de Manuel Altamirano.
SÓLO PERSONAJE
A menos de 100 metros del Zócalo de Yautepec se encuentra la primera casa de dos pisos de la cabecera, la cual está ilustrada en una de las primeras ediciones de El Zarco. Ahí, ahora está la cafetería- galería de Cristian, un espacio con el que trata de reforzar su tarea de dar a conocer la historia de su localidad.
“Intento incrementar el corazón y cerebro de nuestro municipio”, indica.
Con un caminar lento Cristian avanza por el Zócalo, mira a los transeúntes y les sonríe; hay quienes se espantan al verlo, pero él continúa.
“Es complicado vestirse de El Zarco, siempre habrá dudas y críticas, uno trata de esclarecer que se trata de una adaptación y versión individual. El zarco, no es un héroe, es un bandido y todo lo que implica, también es complicado porque la figura de Yautepec es un bandido, es para analizar muchas cosas”, confiesa.
Ya en su cafetería, Cristian arregla todo para abrir. En las paredes hay murales, fotos del pasado y hojas sueltas de la novela que le da nombre a su negocio, también hay un pequeño escenario, donde él y sus compañeros hacen puestas en escena.
“Me gustaría que Yautepec se posicionara como capital cultural del estado, sería fascinante”, comenta ilusionado.