en nombre de la fe

Dan latigazos a personas en iglesia de Cuajimalpa

En la CDMX, los judas del Sábado de Gloria dan latigazos a quien se les ponga enfrente

Al día 01/04/2018 10:32 Actualizada 10:36
 

Andrea Ahedo

En Sábado de Gloria y frente a la iglesia de San Pedro, en Cuajimalpa, la gente se arremolinó para ver el espectáculo de chicotazos que daba un pequeño Judas de cinco años. 

Con un jalón de muñeca, Diego acomodaba su látigo para calcular la distancia y la fuerza con la que golpearía los tobillos a la gente que así se lo pedía. 

Hombres y mujeres se turnaban para que Diego les diera latigazos en las piernas. El pequeño, vestido de rojo y con guaraches cafés, no tardaba más de cinco segundos en dejarlas con una marca horizontal y un moretón. 

Así pasaron más de dos horas hasta que la gente en el atrio corrió cuando los romanos se acercaban sonando sus maracas para avisar que llegaría un Judas más grande para repartir chicotazos a cualquiera que se atravesara en su camino. 

En Cuajimalpa, el Sábado de Gloria se permite a los Judas hacer travesuras, pero a partir de las tres de la tarde, la gente es libre de cobrar venganza. 

El Judas más grande, que usa una épica amarilla larga y en sus ropas lleva regalos, es cargado hasta la gente y avienta playeras, gorras y dulces.

Los toritos de papel china son cargados hasta el atrio y colgados en medio de la explanada. Son dos diablos gigantes de color rojo vivo y unos cuernos amarillos.

En menos de un minuto los toritos giran y la gente se hace para atrás porque los destellos que provoca la explosión de los cohetes los mantiene alerta. Después de varias vueltas, de repente, este diablo que tuvo un rojo vivo explota y cientos de pedacitos de papel china quemados cayeron sobre la gente. Eso representa que los Judas mayores han sido derrotados.

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