eterno campeón
Por treceava ocasión, el Real Madrid es el rey de copas
Gareth Bale saltó de la banca para comandar el triunfo del Real Madrid sobre el Liverpool
(Foto: Archivo El Gráfico)
Con el galés Gareth Bale como el artífice de una contundente victoria, el Real Madrid ganó por treceava ocasión la Liga de Campeones de Europa, venciendo 3-1 a un Liverpool cuyo portero no soportó la presión del partido, y “regaló” dos goles que le abrieron el camino a la gloria a la escuadra española.
El delantero de 28 años marcó el momentáneo 2-1 ante el Liverpool en el minuto 64 -tres minutos después de saltar al campo- con uno de los mejores goles que se recuerdan en la historia de la Champions.
El brasileño Marcelo mandó un centro desde la banda izquierda sin aparente peligro. El balón quedó a la espalda de los delanteros, pero Bale se elevó y golpeó de chilena con la zurda para batir al portero Loris Karius.
El tanto recordó al que marcó Zinedine Zidane, ahora entrenador del Real Madrid, en la final de la Champions del año 2002. El francés anotó el 2-1 decisivo sobre el equipo Bayer Leverkusen con una volea desde fuera del área que entró por la escuadra de la castigadaportería alemana.
Ahora, 16 años después, Zidane vio el gol de Bale desde el banquillo del Real Madrid e hizo gestos de no creerse lo que acababa de suceder.
Es el segundo gol de chilena que marca el Real Madrid en la presente edición de la Liga de Campeones. Cristiano Ronaldo anotó una chilena espectacular en la ida de los cuartos de final ante la Juventus de Turín.
Bale empezó la final como suplente y la terminó como el gran héroe: Gareth, con un tanto de antología, superó incluso el golazo de tijera de Cristiano esta temporada en el Juventus Stadium de Turín, en la ida de los cuartos de final.
Saltó del banquillo para sustituir a Isco Alarcón, y, tras el gol de chilena con el que le dio la ventaja a los blancos, terminó de redondear su actuación cuando en el 83 envió un tiro desde lejos que el arquero Loris Karius, que ya había cometido un grave fallo en el tanto de Karim Benzema -el primer del Real Madrid-, permitió que terminara en gol con sus manos de mantequilla, que se doblaron sin poder agarrar un disparo que parecía sin peligro.
Así se consumió el duelo que llevó a los blancos a sumar su tercer campeonato consecutivo; ha ganado cuatro de las últimas cinco ediciones.